¿Estamos presenciando ya el ocaso de los transformadores de inducción electromagnética y el amanecer de los transformadores de estado sólido?

Algunos investigadores indican que en diez años esto será una realidad, al menos en transformadores de distribución eléctrica, otros como los transformadores de tracción eléctrica llevan algunos años implantados con resultados más que satisfactorios.

La nueva generación de transformadores de estado sólido presentan numerosas ventajas sobre los actuales de una sola función, siendo mucho más flexibles, diseñados para conmutar rápidamente altos niveles de energía. 

Podrán ofrecer corriente continua o corriente alterna, o recibir cualquiera de las dos opciones a través de una instalación de turbinas eólicas o de paneles solares y adecuar la frecuencia y el voltaje a las necesarias de la red. Convertirán la energía eléctrica de una forma más eficiente al no generar potencia reactiva ni corrientes armónicas. 

Tendrán integrados procesadores y hardware de comunicaciones, lo que les permitirá comunicarse con los operadores de empresas de servicios públicos, con otros transformadores de su clase, y con los consumidores.

Ya se les denomina con el sobrenombre de transformadores inteligentes.

Al parecer solo tienen un inconveniente, el precio…aunque no parece ser muy importante ya que es algo que puede reducirse con el incremento de su producción.

Traigo a colación algunas citas que empiezan a escucharse:

“Necesitamos una nueva clase de dispositivos y sistemas. Un transformador con 100 años de edad, hecho de alambre de cobre enrollado alrededor de un núcleo de ferrita no puede responder a una señal, así que no podemos controlarlo”, agregando, “Si invertimos en nuevos dispositivos de electrónica de potencia, las cosas van a cambiar radicalmente el diseño de los sistemas existentes cambiará en base a estos nuevos componentes” (Vinod Khosla, co-fundador de Sun Microsystems y fundador de Khosla Ventures)

“Los transformadores de estado sólido tiene capacidad para gestionar la regulación del voltaje, cargas desequilibradas, factor de potencia y armónicos, telemetría (gestión remota integrada, gestión de carga en tiempo real, análisis de línea activa, etc) y otras funciones (tales como la opción para el almacenamiento integrado); se hace evidente que estos nuevos dispositivos integrados son mucho más que los transformadores de ayer” (Gary Rackliffe, Vicepresidente de Operaciones de Redes inteligentes, en ABB)