miércoles, 24 de junio de 2015

Sistemas de puesta a tierra: Tensiones de Paso y Contacto


"El proyectista de la instalación de tierra deberá comprobar mediante el empleo de un procedimiento de cálculo sancionado por la práctica que los valores de las tensiones de contacto U'c, y de paso, U'p, que calcule para la instalación proyectada en función de la geometría de la misma, de la corriente de puesta a tierra que considere y de la resistividad correspondiente al terreno, no superen en las condiciones más desfavorables las calculadas por las fórmulas (1) y (2) en ninguna zona del terreno afectada por la instalación de tierra". (Párrafo extraído de la ITC 13 del RAT, apartado 1.1) 

Sobre este particular, en instalaciones de 1ª y 2ª categoría, normalmente de extensión importante, debe señalarse que las tensiones de paso y contacto dentro de la instalación pueden disminuirse hasta donde se desee, con tal de hacer más cerradas las retículas de la malla, ordinariamente empleada como electrodo de tierra, si bien la situación es diferente en la zona inmediatamente exterior al perímetro de la misma, donde deben estudiarse, con especial atención, los puntos próximos a sus esquinas. 

Se recuerda que la utilización de grava en la superficie interior de la instalación no garantiza que, en el exterior, no aparezcan tensiones excesivas; de igual modo, se deberá estudiar con detalle las tensiones que puedan surgir y resolver, localmente, los problemas con el fin de que sean admisibles, allí donde existan importantes irregularidades en la geometría del electrodo o en la resistividad del terreno. Merecen especial atención los mandos o palancas de interruptores, seccionadores, etc., en razón a una mayor probabilidad de aparición de condiciones adversas, por la presencia de un operador en las proximidades de las estructuras de puesta a tierra, conviniendo que el dimensionado de la red de tierras haya contemplado esos lugares de forma preferente, para que las tensiones de paso y contacto estén ampliamente por debajo de los límites de seguridad. 

Dado que el margen admisible para la tensión que se puede originar, en caso de defecto, no supere sus límites, puede representar en muchas situaciones, tener que establecer unos electrodos muy dimensionados, cuya configuración no será viable, físicamente, en instalaciones de reducida extensión como son, generalmente, las de 3ª categoría y cuyo coste, de no existir esa limitación, seria difícilmente asumible. 

Algunos centros de transformación de las compañías eléctricas se encuentran en esta situación que han resuelto, de manera genérica, adoptando las medidas de seguridad adicionales siguientes: 

CENTROS DE TRANSFORMACIÓN INTERIORES 

Instalación de un mallazo electrosoldado, sobre piso, con redondos de diámetro no inferior a 4 mm, formando una retícula no superior a 0,30 x 0,30 m, conectada a la tierra general del centro en dos puntos, preferentemente opuestos, y luego se cubre con una capa de hormigón de 10 cm de espesor, como mínimo. 

Por otro lado, se dispone que las puertas y rejillas metálicas que den al exterior no tengan contacto eléctrico con masas conductoras susceptibles de quedar sometidas a tensión a causa de defectos o averías. 

CENTROS DE TRANSFORMACIÓN EXTERIORES, SOBRE POSTE 

Colocación de un mallazo electrosoldado en torno al apoyo y hasta 1 m de las aristas exteriores de su base, de las mismas características que el descrito anteriormente e igualmente soldado, al menos en dos puntos, al sistema de tierra. 

Sobre él, se cimenta una losa de hormigón, de espesor no inferior a 20 cm, que cubra, como mínimo, hasta 1,20 m de las aristas exteriores de la fundación del apoyo. 

El mallazo no se considera como parte del electrodo de puesta a tierra, situación que contribuiría a reducir la resistencia de puesta a tierra de la instalación sino, únicamente, como superficie equipotencial destinada a eliminar el riesgo de la tensión de contacto y paso en el interior de la instalación.

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