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viernes, 12 de enero de 2018

Barras conductoras: efectos térmicos de la corriente



Calentamiento

En las barras, al igual que en la mayoría de los elementos eléctricos, hay que considerar dos tipos de calentamiento:

   El producido por la corriente de empleo que, en condiciones normales de funcionamiento, es una corriente permanente o de larga duración. Este calentamiento suele venir limitado por la permisividad de los elementos próximos a las barras y, en general, para una temperatura ambiente de 30º C, suele estar alrededor de los 60 K. Ello da una temperatura de 90º C, no obstante es de advertir que este valor puede ser sobrepasado p. e. si lo permiten los materiales circundantes, o bien puede quedar a un nivel inferior si p. e. la carga es inferior a la que permite la sección de la barra.
    El producido en condiciones anormales o de fallo, siendo el caso extremo el de una corriente de cortocircuito. En este caso, la corriente es de corta duración; menor de 5 segundos, siendo fijada por el tiempo de disparo de las protecciones. La temperatura máxima alcanzable viene dada por:

o   La permisividad momentánea del material envolvente, en el caso de barras encapsuladas o protegidas por una envolvente. En cada caso particular el fabricante debe estar en disposición de proporcionar información al respecto.
o   Las características físicas de la propia barra, en el caso de barras desnudas. Tanto el Cu como el Al presentan un límite tolerable en casos de ausencia de solicitaciones mecánicas, pero que no es aconsejable de un modo general porque, antes de llegar a este límite, el material sufre un cierto ablandamiento que puede afectar a las uniones y derivaciones. De ahí que lo recomendable sea quedarse por debajo de este límite de ablandamiento.


Valor I2t

Al considerar las puntas de calentamiento producidas por sobreintensidades de corta duración (menos de 5 segundos) se supone que el calentamiento es adiabático, es decir, se supone que toda la energía manifestada en el interior de la barra se invierte en aumentar la temperatura de la barra, y se desprecia el calor evacuado al exterior en el corto tiempo considerado.

Si la barra tiene una resistencia R y la sobreintensidad considerada es de un valor eficaz I, la energía w manifestada en el tiempo t vale:

W = R · I2 · t
El producto I2 t, es un índice de la energía manifestada. Cuando hablamos del I2 t de una barra nos referimos a la energía que es capaz de absorber la barra sin que su punta de temperatura momentánea no rebase el límite permitido o recomendado.

El valor I2t se expresa en A2 s. Si hablamos p. e. de un I2 t = 40000 A2 s igual nos podemos referir a 100 A durante 4 segundos que a 200 A durante 1 segundo.

El valor I2t se da tanto en función de la temperatura máxima alcanzable como de la temperatura inicial de partida. No es lo mismo que el proceso se inicie estando la barra fría (a temperatura ambiente) que estando ya caliente a temperatura de régimen.

Valor I2t frente al cortocircuito: Cálculos

El valor I2 t es un índice de la energía que es capaz de acumular una barra o pletina en un tiempo corto, no superior a 5 segundos, al ser recorrida por una fuerte punta de corriente, p. e. en caso de cortocircuito, de manera que la punta de calentamiento resultante sea aún tolerable.

Se supone que la situación evoluciona de forma adiabática.

Supongamos una barra recorrida por una corriente I, y en un momento t0 se produce un fuerte incremento que se extingue en el instante t.

La energía W puesta en juego en el interior de la barra en el tiempo t = tf - t0  valdrá:

Siendo:

I: valor eficaz de la corriente I en el período t, en A.
l: longitud de la barra, en m.
R: resistencia de la barra, en  Ω.
s: sección de la barra en mm2.
t: tiempo tf - t0, en s
ρ : resistividad de la barra, en Ω  · mm2/m.

Si esta energía W la invertimos, toda ella, en calentar la barra, esta experimenta un aumento de temperatura  Δϑ  que vale:


Siendo:

C: calor específico de la barra, en W - s/cm3 · K
V: volumen de la barra, en cm3 (l en m x S en mm2)
De la combinación de ambas igualdades resulta:


Y llamando k2 a la expresión  Δϑ  · C / ρ   resulta:



La resistividad   ρ  a considerar es la que corresponde a la temperatura media durante el período t. Si la temperatura de la barra pasa de un valor inicial  ϑ1 a un valor final ϑ2, podemos considerar que la temperatura media sea: ½ ( ϑ 1 + ϑ 2)

Si la resistividad conocida es  ρ20 referida a 20º C y la resistividad a considerar es la que corresponde a la temperatura ϑ tendremos:


La resistividad a considerar es la que corresponde a la temperatura media durante el período t. Si la temperatura de la barra pasa de un valor inicial  ϑ1 a un valor final ϑ2, podemos considerar que la temperatura media sea: ½ ( ϑ 1 + ϑ 2)

Si la resistividad conocida es  ρ20 referida a 20º C y la resistividad a considerar es la que corresponde a la temperatura ϑ tendremos:


Siendo  δ  el factor de temperatura.

El calor específico C podemos considerarlo constante dentro del campo de temperaturas indicado.


Para el cobre y el aluminio tenemos:


Aplicando estos valores a las fórmulas anteriores resultan los valores K2 siguientes:

K2 = 14.687 para el Cu; K = 121.1
K2 = 5.286 para el Al; K = 72.70

Suponiendo la misma temperatura final ϑ2 pero considerando temperaturas iniciales distintas obtenemos los siguientes valores para K2 y K:


Dado que las barras suelen estar a la salida inmediata de los transformadores los valores de la siguiente tabla pueden simplificar los cálculos en numerosos casos.

Para el dimensionado de barras, en principio se determina la sección y con este dato queda también determinado el valor I2 t de la barra. A continuación se verifica que este I2 t sea superior al resultante de la previsible corriente de cortocircuito y el tiempo de actuación de las protecciones. Caso contrario habrá que aumentar consecuentemente la sección de las barras, o disponer protecciones más rápidas, o adoptar una solución mixta.

Dilatación

Otro efecto térmico de la corriente es el de la dilatación lineal que experimentan las barras como consecuencia del aumento de temperatura resultante del paso de la corriente y subsiguientes contracciones en los períodos de reposo.

Estas variaciones lineales, al ser rígidas las pletinas pueden traducirse en considerables solicitaciones mecánicas en las mismas pletinas o en sus soportes. Así p. e. si suponemos una pletina de 10 x 100 mm firmemente anclada en ambos extremos y sujeta a una variación de temperatura de 50 K, el esfuerzo que ejerce en ambos extremos, es de:

         7500 Kg si es de aluminio.
         11050 Kg si es de cobre.

Se ve claramente la necesidad de disponer dispositivos o juntas de dilatación que permitan el deslizamiento en los soportes, bornes, puntos de unión, etc.

Dilatación: Cálculos

Si tenemos una barra rígida de longitud L1 metros y pasa de una temperatura  ϑ1, a otra ϑ2 experimenta una dilatación lineal o variación de longitud  ΔL que podemos calcular mediante la fórmula.


Siendo δ el coeficiente de dilatación, que vale:

         0,000017 para el cobre.
         0,000023 para el aluminio.

Si esta barra se encuentra firmemente anclada en sus extremos de manera que no pueda desplazarse la variación de longitud  ΔL se traduce en una solicitud mecánica de manera que:

Siendo:

ΔL: Variación de longitud, en m.
P: Solicitud mecánica, en kp.
L1: Longitud de la pletina a la temperatura inicial ϑ1: en m.
E: Módulo de elasticidad, en kp/mm2: 13.000 para el Cu; 6500 para el Al.
s: Sección de la barra o pletina, en mm2.

Comparando las dos fórmulas anteriores podemos escribir:

Si consideramos  ϑ2 -  ϑ1 = 1 K y s = 1 mm2 obtendremos el esfuerzo específico
P =  δ  · E   (kp/k · mm2) de manera que dada una sección s de barra y una diferencia de temperatura  Δϑ , el esfuerzo mecánico de tracción o comprensión será:


El valor del esfuerzo específico es:

ρ = 0,221 kp/k.mm2 para el cobre
ρ= 0,15  Kp/k.mm2 para el aluminio

Ejemplo:

Sea una barra de 10 m de longitud y 10 x 100 mm2 de sección que se calienta Δϑ  = 50 k.



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