Historia
Después de los gloriosos albores de la domesticación
de la energía eléctrica a principios del siglo XX, una sorprendente diversidad
continúa caracterizando las múltiples soluciones aportadas al delicado problema
de la interrupción de corrientes eléctricas.
Esta situación es el resultado de la función
primordial del arco eléctrico en el corte. Este fenómeno físico, que se
desarrolla a muy alta temperatura, escapa por naturaleza a cualquier
modelización matemática lo suficientemente precisa como para que su
comportamiento pueda ser correctamente predeterminado.
Así, la selección de las soluciones es siempre
resultado de la imaginación y de la tecnología de los fabricantes de equipos. A
las técnicas, aunque antiguas pero confirmadas, como son el corte en aceite, o
en el aire (comprimido o sin comprimir), vinieron a agregarse más
recientemente: el corte en hexafluoruro de azufre (SF6) y el corte en vacío.
Efectivamente, desde que el mundo de la distribución
eléctrica fue sacudido en la década de 1920 por incendios en instalaciones de
Media Tensión (algunas veces de graves consecuencias), se han realizado grandes
esfuerzos para remplazar el aceite por otros agentes extintores del arco.
Al principio de esta evolución, se encuentra el
disyuntor de pequeño volumen de aceite, que demostró sus aptitudes durante
varias décadas en las más variadas fabricaciones, y es aún fabricado en gran
cantidad en diversos países por razones económicas.
Paralelamente a éste, aparecieron casi
simultáneamente los primeros disyuntores de aire comprimido y los disyuntores
con soplado magnético. Con estos interruptores automáticos de ruptura en el aire, tanto
para aplicaciones en BT como MT, los usuarios no se preocupaban de las
sobretensiones y muy a menudo no eran conscientes de la resistencia de este
fenómeno. En efecto, gracias al soplado magnético en el aire, el gran
alargamiento del arco (función del valor de la corriente cortada) y su
enfriamiento permiten una ruptura suave, sin sobretensiones excesivas. Estas
técnicas fueron satisfactorias durante muchos años, y son aún utilizadas para
algunos casos especiales.
A mediados de la década de 1960, aparecieron dos
nuevos aparatos, sin aceite: el disyuntor con SF6 y el disyuntor de vacío. Los
progresos más espectaculares se debían al nuevo medio de corte, el gas SF6 que se
impuso en todas las gamas de tensión, de 1 a 800 kV y en tensiones superiores en
la actualidad. Este disyuntor emplea presiones bajas en comparación con
aquellas desarrolladas en las antiguas técnicas. Desde entonces, las dos
técnicas de corte, en vacío y en SF6, han sido mejoradas incesantemente. Estos
progresos han dado como resultado en particular, la reducción de las
dimensiones y pesos de los disyuntores, y han acarreado también un
acrecentamiento considerable de su fiabilidad y disponibilidad, ya que los
disyuntores modernos son capaces de llevar a cabo su función durante periodos
de 25 a 30 años, requiriendo únicamente un muy reducido mantenimiento.
El éxito de estas dos nuevas técnicas no tuvo que ser probado.
Sus ventajas son:
- una duración de vida mucho mayor que la de los
interruptores automáticos en aceite,
- un mejor comportamiento en los reenganches rápidos, corte
de baterías de acumuladores, etc., en comparación a los de ruptura en aceite o
en el aire,
- un reducido volumen, en relación a los interruptores de
ruptura en el aire.
Para reemplazar los interruptores automáticos de ruptura en el
aire, en las aplicaciones industriales y particularmente en la ruptura de las
corrientes de arranque de motores, el interruptor automático SF6 es la solución,
ofreciendo:
- las ventajas de un ruptura suave,
- y un volumen mucho menor respecto a los interruptores
automáticos de corte en el aire
Las
técnicas de corte del arco eléctrico
Para cortar las corrientes de carga o de defecto, los
constructores han desarrollado y
perfeccionado los aparatos de corte
(disyuntores y contactores principalmente) utilizando diversos medios de corte: el aire,
el aceite, el vacío y el SF6. Mientras que el corte en el aire o en aceite
tienen tendencia a desaparecer, no ocurre lo mismo con el corte en el vacío o
el SF6.
El medio de corte
El corte tiene éxito cuando:
- la potencia disipada en el arco por efecto Joule permanece
inferior a la potencia de enfriamiento del aparato,
- la velocidad de desionización del medio es grande,
- y el espacio intercontactos tiene una resistencia
dieléctrica suficiente.
En consecuencia, la elección del medio de corte es importante en
la concepción de un aparato.
En efecto, este medio debe:
- tener una conductividad térmica importante, especialmente
en la fase de extinción, para evacuar la energía térmica del arco,
- volver a alcanzar sus propiedades dieléctricas lo más
rápidamente posible a fin de evitar un reencendido intempestivo (la figura 1 muestra las
propiedades excepcionales del SF6 al respecto),
- a temperatura
elevada, ser un buen conductor eléctrico para reducir la resistividad del arco
y por tanto la energía a disipar,
- a temperaturas más bajas, ser un buen aislante eléctrico
para facilitar el restablecimiento de la tensión.
Esta capacidad de aislante se mide por la resistencia
dieléctrica entre los contactos, que depende de la presión del gas y de la
distancia entre los electrodos. La tensión de perforación en función de la
distancia interelectrodos y de la presión viene dada por la curva de Paschen (figuras 2 y 3) que permite determinar tres zonas según la presión del gas.
1 - La zona de alta presión llamada de «régimen atmosférico» en
la que la resistencia dieléctrica es proporcional a la presión del gas y a la
distancia intercontactos.
2 - La zona de presión baja, en la que la resistencia
dieléctrica alcanza un verdadero mínimo entre 200 y 600 V según el gas
utilizado (mínimo de Paschen). Se alcanza para un valor determinado del
producto de la presión por la distancia intercontactos, situado alrededor de 102
mbar.cm.
3 -La zona de vacío en la que la tensión de perforación no depende
más que de la distancia entre los contactos y del estado de sus superficies.
El estado conductor se asegura por los electrones y los átomos
arrancados sobre los contactos en el vacío, y en un gas, por la ionización
rápida de las moléculas de este gas.
Estas curvas evidencian los rendimientos posibles según los
medios de corte que se han ido utilizando sucesivamente: el aire a presión
atmosférica o a alta presión, el hidrógeno producido por descomposición del
aceite, el vacío o el SF6. La figura 4
indica los márgenes de tensión en los que cada una de estas técnicas se utiliza
hoy.
Procedimientos
de extinción del arco eléctrico
Parachispas o apagachispas
Se ha señalado anteriormente que era indispensable llevar
a cabo la extinción del arco eléctrico fuera de los contactos principales, ya
que, efectivamente, las superficies de contacto de los mismos deben mantenerse
en perfecto estado si se desea evitar, en servicio normal, un peligroso
calentamiento que podía incluso provocar su soldadura. A fin de evitar este
inconveniente, los aparatos de desconexión están concebidos de la manera
siguiente:
En el momento de la desconexión, se
empiezan a abrir los contactos principales, quedando todavía asegurada la
continuidad del circuito eléctrico mediante los -todavía cerrados- contactos
secundarios. Mientras sigue el
movimiento de apertura de los contactos, se abren a su vez los contactos
secundarios, cebándose entre ambos el arco eléctrico.
Estos contactos secundarios reciben el
nombre de contactos parachíspas.
Existen -según el tipo de aparato de
desconexión que se tenga en cuenta- diversas formas de disposición de los
contactos parachispas.
En
la Figura 5 se representan dos disposiciones,
consistiendo una de ellas en un interruptor de baja tensión, y la otra, en un
dispositivo que posibilita la desconexión del arco en aceite y en media tensión.
Figura 5: Contactos parachispas
y principales en interruptor de BT (izquierda)
y en baño de aceite de MT
(derecha)
En cada uno de los siguientes párrafos
relativos a los procedimientos de extinción, se dará a conocer la posición de
los contactos parachispas.
Extinción del arco por ruptura
mecánica brusca
Puesto que la extinción del arco
eléctrico se obtiene separando los contactos; es decir; mediante alargamiento
del arco, los efectos de este último serán tanto más importantes cuanto mayor
sea la duración de la misma separación.
Al disminuir la duración
de apertura de los contactos, éstos no tienen tiempo de recalentarse, ya que la
estabilidad de un arco sólo se realiza por medio de la incandescencia del
cátodo, en corriente continua, o de los electrodos, en corriente alterna. La ruptura mecánica brusca facilita, pues, la
extinción del arco.
Figura 6: Dispositivo de apertura brusca mediante muelles
La Figura 6 representa
el dispositivo más sencillo de ruptura mecánica brusca. El interruptor de cuchilla utilizado en baja
tensión está dotado de una cuchilla auxiliar C' que se articula sobre la
cuchilla principal C; un muelle R tiende a colocar la cuchilla auxiliar sobre
la principal; al abrir el interruptor, la cuchilla principal se separa primero
del contacto fijo, alargándose, a continuación, el muelle R. Cuando el esfuerzo
ejercido por el muelle llega a ser superior a las fuerzas de fricción originadas
por el contacto fijo sobre la cuchilla auxiliar, ésta se separa de golpe y a
una velocidad prácticamente independiente de la maniobra de la cuchilla
principal.
Así se realiza la ruptura
brusca, en la que, además, la cuchilla auxiliar desempeña el papel de
parachispas.
La mayoría de las veces, la
apertura rápida de los contactos se realiza mediante muelles, muy especialmente
cuando se trata de interruptores en tensiones de baja y media.
Continúa en: Las técnicas de corte del arco eléctrico (Parte 2ª)
http://imseingenieria.blogspot.com/2018/06/las-tecnicas-de-corte-del-arco_9.html
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