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viernes, 14 de diciembre de 2018

Medidas de ahorro energético en viviendas (y Parte 2ª)



En el cuarto de baño

La energía tiene un sentido y una comprensión bien claros: es el sitio de la casa donde se consume más agua caliente.


Ahorrar energía en el cuarto de baño es usar eficazmente el agua y el calor. Hoy en día es impensable la higiene personal sin la disponibilidad de agua caliente.

Calcule bien el volumen de agua caliente que necesite y trate de instalar en su casa un acumulador adecuado a ese volumen, programándolo además para el momento de su utilización. Intente, por otra parte, evitar abrir el grifo de agua caliente sólo durante unos segundos: Cada vez que lo hace está obligando a que toda la tubería se llene de agua caliente, que luego va a ser desaprovechada, desperdiciando por tanto el calor y la energía.

¿Sabía Usted que...?
  • El consumo de agua caliente significa nada menos que el 30% del total de la energía que consume al año el conjunto de los hogares españoles.
  • El agua excesivamente caliente, por encima de los 60 ºC, provoca un efecto de corrosión sobre las tuberías convencionales que suele ser el principal motivo de obstrucción de las mismas.
  • Una forma sencillísima de ahorrar energía y también dinero, consiste en instalar en su termo eléctrico un pequeño "reloj-programador" de fácil adaptación al enchufe, y con precios muy accesibles, por debajo de los 30 euros, que permite conectar el termo sólo para los momentos del día en que Vd. realmente vaya a necesitar disponer de agua caliente.

Por una parte, tal como se ha señalado, es recomendable incorporar un acumulador sea cual sea el tipo de calentador de agua del que Vd. disponga, y siempre que haya calculado previamente el volumen de agua caliente que va a necesitar su casa.

Piense también en la posibilidad de beneficiarse de un contrato de suministro de electricidad con Tarifa Nocturna, en el que los kilovatios consumidos tienen un descuento del 55%.

Recuerde también que en el mercado existe una amplia gama de equipos compactos para producir agua caliente en base a la "bomba de calor", que llegan a multiplicar por tres el rendimiento energético de un termo eléctrico clásico, disminuyendo por tanto proporcionadamente su consumo de energía.

Sepa también que un electrodoméstico, tan poco significativo en apariencia, como el secador del pelo, suele tener una potencia media de unos 500 Vatios, lo que supone ni más ni menos que un consumo, durante un mismo tiempo de utilización, entre dos y tres veces superior al de un frigorífico, cuatro o cinco veces superior al de una maquinilla de afeitar.

Lo más importante

Ahorre agua caliente.

Siempre que no le resulte imprescindible elija la ducha en vez del baño: la ducha consume aproximadamente de 30 a 40 litros de agua templada (aprox. 0,03 euros/min.), mientras que el baño significa un consumo de entre 100 y 130 litros. Sepa además que existen en el mercado cabezales de ducha de bajo consumo que permiten un aseo cómodo gastando la mitad de agua, y por tanto de energía. En general, no abra al máximo los grifos de la ducha ni del lavabo o, alternativamente, instale en el interior de los grifos unos reductores de caudal que son fácilmente asequibles.

En la calefacción

Los sistemas más económicos de obtener calefacción a partir de la electricidad son o bien los acumuladores con tarifa nocturna (con descuentos en la factura del 55%) o bien la bomba de calor, que consume tres veces menos energía que un radiador eléctrico  y que puede ser utilizada también como sistema de aire acondicionado en verano.

Sea cual sea el sistema de calefacción del que Vd. disponga en su casa, hay muchas medidas con las que ahorrar energía mejorando además su bienestar, medidas que se agrupan en torno a tres ideas:

  • El aislamiento
  • El control de la temperatura
  • Una serie de buenas costumbres en cuanto al régimen de utilización.

El Aislamiento

Lo más importante

Si va a hacer reparaciones en su casa no dude en instalar algún tipo de aislamiento térmico en las paredes y el techo. Sepa que un solo centímetro de aislamiento térmico es tan resistente a las pérdidas de calor como un muro de hormigón de medio metro de espesor.

Instale también, si es posible, dobles ventanas o doble acristalamiento. El 40% de las fugas de calor de su vivienda se produce a través de las ventanas y las cristaleras exteriores: el doble acristalamiento reduce esas pérdidas a la mitad y le permite ahorrar, por tanto, un 20% de la energía que gasta en calefacción. Evitará además ruidos molestos.

Instale burletes adhesivos en los cierres de puertas y ventanas. Los encontrará en muchos establecimientos y permiten ahorrar entre un 5 y un 10% de energía, que es el calor que se escapa justamente a través de las rendijas y cierres de las ventanas y puertas exteriores.

Abra las ventanas sólo el tiempo necesario; sepa que, en condiciones normales, son suficientes diez minutos para renovar completamente el aire de una habitación.


La Temperatura

Lo más importante

Intente que la temperatura de su casa se mantenga siempre ligeramente por debajo de 20 Cº, sea cual sea el tipo de calefacción central o individual trate de bajar el termostato si dispone de él, o cierre o apague alguno de los radiadores que haya en la casa.

Si tiene la necesidad de aumentar la temperatura por encima de 20 Cº piense en las fugas de calor que con toda seguridad se están produciendo en su casa y trate de llevar a cabo alguna de las medidas de aislamiento sugeridas anteriormente: la más sencilla de todas, la instalación de burletes.

Sepa que para dormir suele ser suficiente una temperatura entre 15 Cº y 17 Cº. Pero tenga en cuenta que las personas mayores y los niños son más sensibles al frío y pueden necesitar una temperatura ligeramente más alta.

Calentar la vivienda es una necesidad perfectamente natural, y la calefacción es sin duda un índice de calidad de vida. Pero trate de no usar la calefacción para crear un ambiente precisamente opuesto al que imponen las distintas estaciones: estar en camisa en invierno (o con un jersey en verano, por efecto del aire acondicionado) no sólo es perjudicial para la salud sino una actitud ante el consumo de energía muy poco responsable. Sepa en todo caso que por cada grado que Vd. aumente la temperatura de la calefacción estará consumiendo entre un 5 y un 7% más de energía.

Como regular la calefacción

Lo más importante

Instale válvulas termostáticas en sus radiadores, o un regulador-programador para el funcionamiento de su caldera. Son soluciones accesibles, fáciles de colocar y que se amortizan rápidamente con el ahorro de su factura de energía.

Cierre los radiadores que no precise para mantener a diario su nivel de bienestar, y apague completamente la calefacción si su casa va a estar desocupada más de un día.

Apague la calefacción por la noche y no la encienda por la mañana hasta después de que la casa esté ventilada y se hayan cerrado las ventanas.

En el aire acondicionado

Enfrían el ambiente de una habitación por un principio similar al de las neveras. El calor es arrojado fuera tras ser absorbido por un gas refrigerante que al evaporarse, comprimirse y condensarse en líquido, produce frío en el interior.


En España, el clima de carácter continental - mediterráneo impone una necesidad en las viviendas de combatir, por una parte, las elevadas temperaturas que se producen en verano, y por otra el alto grado de humedad presente en las numerosas poblaciones situadas a lo largo del litoral.

¿Sabía Usted que...?

Durante los últimos tres años, más de 300.000 hogares españoles se equiparon anualmente con aparatos de aire acondicionado.

En numerosas zonas de Andalucía y de Cataluña el momento de mayor demanda de electricidad a lo largo del año no se produce ya en invierno con motivo de la calefacción sino que se ha desplazado a los meses de verano por causa de la utilización del aire acondicionado.

Entre los distintos equipos de aire acondicionado que existen en el mercado hay algunos que, para el mismo nivel de prestaciones, llegan a consumir hasta un 50% más de energía que otros.

Lo más importante
  • No enfríe en exceso. Conecte su aparto de aire acondicionado a una temperatura en torno a los 25 Cº. Recuerde que diferencias de temperatura con el exterior superiores a los de 12 Cº no son saludables. En cualquier caso tenga en cuenta que por cada grado de temperatura que Vd. le exija a su acondicionador por debajo de los 25 ºC, estará consumiendo aproximadamente un 8 % más de energía.
  • Instale un termostato si su aparato de aire acondicionado no lo tiene incorporado, o si no proporciona información precisa respecto a los grados de temperatura (son normales los casos en que se limitan a señalar varias posiciones: alta, normal y baja, por ejemplo): le permitirá ahorrar energía y mejorar su bienestar.
  • Desconecte el acondicionador cuando no haya nadie en casa o en la habitación que se está refrigerando: pocos minutos son suficientes para obtener el frío deseado.
  • Instale toldos y persianas: impiden las radiaciones directas del sol y disminuyen, por tanto, las necesidades de refrigeración.

En la calefacción: La bomba de calor

En el circuito frigorífico convencional, que es el que utilizan las neveras y el aire acondicionado, existe siempre una zona que absorbe calor (foco frío) y una zona que lo cede (foco caliente).

Si lo que interesa es aprovechar el calor y no el frío se utiliza la bomba de calor.

En la bomba de calor el foco frío está colocado en el exterior de la vivienda. La bomba de calor absorbe el calor del ambiente exterior y lo introduce en el interior. Como se trata sólo de un trasvase o "bombeo" de calor, la potencia necesaria viene a ser una tercera parte de la proporcionada. De ahí su rendimiento, que viene a ser tres veces superior y, por tanto, su consumo tres veces inferior al de un calefactor eléctrico convencional de efecto Joule.


Leyenda de la figura:

(1) Equipo centralizado por conductos de aire

En las viviendas de nueva construcción, el sistema habitual para climatizar todas las dependencias es la bomba de calor de tipo partido, con la unidad interior situada en un falso techo de la cocina o de un baño.

Desde la unidad interior, un conducto impulsa el aire transportándolo por el falso techo del distribuidor hasta las dependencias a acondicionar. El aire se impulsará a través de rejillas regulables situadas en la pared o en el techo.

Se instala otra serie de rejillas en la base de la columnas montantes adosadas a la pared, que permiten el retorno del aire a la unidad interior a través del mismo falso techo, en torno al conducto de impulsión o a través de un conducto propio. Esta disposición asegura una distribución uniforme de temperaturas.

La unidad interior dispone de un conducto de evacuación de la humedad condensada. Un termostato centralizado (instalado habitualmente en el comedor-estar) permite regular la temperatura, la circulación del aire, y opcionalmente, la programación horaria del sistema. Un gran número de modelos incorporan un mando por infrarrojos con las mismas funciones.

En las zonas climáticas más frías, donde la demanda de calor es muy superor a la de frío, pueden instalarse resistencias de apoyo (hasta un 20% de la potencia calorífica), a fin de reducir las dimensiones y el coste de la máquina.

La unidad exterior se sitúa habitualmente en la misma azotea del edficio. Ambas unidades, interior y exterior, van unidas por dos conductos de cobre de sección reducida, aislados térmicamente.

(2) Equipo partido individual

Este sistema, que también se denomina split, es recomendable en la vivienda ya existente, cuando únicamente se desea acondicionar los espacios de mayor utilización (habitualmente el comedor-estar y un dormitorio), o cuando la vivienda ya tiene otro sistema de calefacción. En este caso, también tenemos una unidad exterior situada en el balcón o la terraza, y de una a cinco unidades interiores en las dependencias a climatizar. La unidad exterior va unida a las interiores mediante dos conductos de cobre, aislados térmicamente.

Las unidades interiores pueden ser de distintos tipos: consola, mural, de techo o cassette, y su elección se basa más en criterios decorativos y de distribución que en criterios técnicos.

Se puede dirigir la unidad interior mediante un mando a distancia de infrarrojos, que permite fijar las posiciones calor-frío-ventilación, la velocidad y la temperatura.

Este sistema tiene un coste de inversión menor, es compatible con otros equipos de calefacción en las zonas no climatizadas y permite fijar individualmente la temperatura deseada en cada habitación.

Ahorro de energía en el alumbrado

La selección correcta de los sistemas de iluminación para cada uso proporciona ahorros considerables.

La lámpara óptima es la que, teniendo la máxima eficacia, cumpla los demás requisitos rendimiento de color, temperatura de color y duración exigibles a la aplicación concreta de que se trate.

Un ejemplo de gran ahorro energético ha sido la sustitución de bombillas convencionales incandescentes por lámparas de bajo consumo o LED. Por ello, las bombillas incandescentes dejaron de comercializarse en Europa en el año 2011, dando paso a las lámparas de bajo consumo, actualmente son las lámparas LED las que van sustituyendo a las de bajo consumo paulatinamente conforme estas van compitiendo en precio, y además, por los siguientes motivos: por su calidez, su larga duración, su encendido inmediato, su eficiencia, ya que pueden permitir ahorrar hasta un 70 % de energía con relación con las incandescentes y un 25% respecto a las de bajo consumo. Las lámparas LED no contienen residuos tóxicos (mercurio) como es el caso de las de bajo consumo.

Se sabe que lo importante de las bombillas o las lámparas es la luz que proporcionen. Entre dos lámparas que proporcionan la misma luz se trata de elegir aquella que necesite una menor potencia eléctrica para su funcionamiento. Esa es la clave del ahorro de energía y esa es la clave del pequeño ejemplo que se propone a continuación:

Una bombilla tradicional incandescente de 100 Vatios proporcionaba la misma luz que una lámpara de bajo consumo de 30 Vatios o de 15 Vatios en LED.

Si estos tipos de lámparas son de las de mayor utilización en su hogar (es decir, si las tiene encendidas unas 5 horas diarias) el consumo de los diferentes tipos de lámparas en un día, proporcionando las tres siempre la misma luz, será de:

Incandescentes: 100 Vatios x 5 horas = 500 W/h
Bajo consumo: 30 Vatios x 5 horas = 150 W/h
LED: 15Vatios x 5 horas = 75 W/h

Con su utilización diaria de 5 horas el consumo eléctrico a lo largo de un año habrá sido de:

Incandescentes: 500 Vatios hora al día x 365 días = 182.500 W/h
Bajo consumo: 150 Vatios hora al día x 365 = 54.750 W/h
LED: 75 Vatios hora al día x 365 = 27.375 W/h

La unidad de medida con la que se factura en el recibo eléctrico es el kW/h equivalente a 1000 W/h. de donde:

182.500 W/h = 182,5 kW/h
54.750 W/h = 54,75 kW/h
27.375 W/h = 27,37 kW/h

Un precio del kW/h consumido en su hogar viene a situarse aproximadamente en 0,15 euros, dejando al margen el dato de la potencia contratada y otros gastos, tendremos:

182,5 kW/h x 0,15 euros =27,37 euros
54,75 kW/h x 0,15 euros = 8,21 euros
27,37 kW/h x 0,15 euros = 1,70 euros

Observamos que el ahorro que ha supuesto la sustitución de bombillas incandescentes por LED es importante (25,67 euros/año), sin embargo, no parece ser un motivo suficientemente justificado el cambio de bombillas de bajo consumo por LED, ya que aunque es cierto que ofrecen un consumo aún menor, este no es suficiente para justificar económicamente el cambio.

Lo que sí merece la pena es comprar lámparas LED cuando se fundan las lámparas de bajo consumo, ya que aunque su precio es ligeramente mayor, no solo consumen menos, sino que ofrecen una durabilidad mucho mayor (25.000 horas frente las 5.000 de las de bajo consumo), obtienen su máxima luminosidad instantáneamente y no se deterioran por sucesivos apagados y encendidos.

Ante su nueva vivienda

Es para muchas personas una de las mayores y más trascendentes inversiones que van a llevar a cabo en su vida.

Lo que no tenga en ese momento la casa, después será mucho más costoso de adquirir y puede que hasta técnicamente imposible de incorporar a su hogar.

En primer lugar debe saber que en España existen normas legales que exigen espesores mínimos de aislamiento térmico en las viviendas de nueva construcción, y un Reglamento que especifica niveles de calidad para las nuevas instalaciones de calefacción, agua caliente y aire acondicionado. Si por cualquier motivo, esas normas de calidad no se cumpliesen en el momento de la construcción de la vivienda o en las decisiones de equipamiento, Vd. podría llegar a pagar hasta un 50 % más al año por la calefacción y el agua caliente, además de estar comprando una peor instalación y una peor vivienda, y perjudicando tanto su inversión como su bienestar.


¿Sabía Usted que...?

Las "reglas del juego" que le protegen desde el punto de vista del consumo de energía de una vivienda, las principales normas legales cuyo cumplimiento Vd. debe exigir como propietario o como simple usuario, son las siguientes:
  • Sobre el aislamiento térmico: la Norma Básica NBE CT - 79 aprobada por Real Decreto 2429/79 de 6 de julio de 1979.
  • Sobre la calidad de las instalaciones de calefacción, agua caliente y aire acondicionado, y su mantenimiento: el Reglamento de Instalaciones de Calefacciones, Climatización y Agua Caliente Sanitaria y sus instrucciones técnicas complementarias IT.IC.,  aprobadas por el Real Decreto 1618/80 de 4 de julio de 1980 y por la Orden Ministerial de Presidencia del Gobierno de 16 de julio de 1981.
  • Sobre el gobierno y la administración de las Comunidades de Propietarios: la Ley de Propiedad Horizontal, Ley 49/60 de 21 de Julio de 1960.
  • Sobre la Defensa de Consumidores y Usuarios: la Ley General 26/84 de 19 de Julio de 1984 y el Real Decreto 515/85 de 21 de Abril de 1985.

La "Memoria de Calidades" de su nueva vivienda debe legalmente incluir, como mínimo, la siguiente información:
  • Espesor en centímetros del aislamiento térmico que tiene el edificio.
  • Clase de aislamiento térmico y acústico empleado.
  • Tipos de ventanas y acristalamientos.
  • Descripción de las instalaciones de calefacción y agua caliente.
  • Especificación de la regulación automática prevista para dichas instalaciones de calefacción y agua caliente.
  • Volumen de acumulación de agua caliente.





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