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lunes, 9 de diciembre de 2019

Transformadores de alta frecuencia





En fuentes de potencia electrónicas a menudo se requiere aislar la salida de la entrada y reducir el peso y costo de la unidad. En otras aplicaciones, como por ejemplo en aviones, existe un fuerte incentivo de reducir al mínimo el peso. Estos objetivos se logran mejor utilizando una frecuencia relativamente alta comparada con, por ejemplo, 50-60 Hz. Por lo tanto, en aviones la frecuencia es en general de 400 Hz, mientras que en fuentes de potencia electrónicas puede ser de 5 kHz a 50 kHz. Un incremento de la frecuencia reduce el tamaño de dispositivos como transformadores, inductancias y condensadores. Para ilustrar la razón por la que sucede este fenómeno, éste análisis se limita a transformadores Además, para evitar un tedioso análisis teórico, se considera un transformador práctico y observaremos cómo se comporta cuando se eleva la frecuencia. Consideremos la figura 1, la cual muestra un transformador convencional de 120 V/24 V, 60 Hz cuya capacidad es de 36 VA. Este pequeño transformador pesa 0.5 kg y opera con una densidad de flujo pico de 1.5 Testas. El flujo en el núcleo alcanza un pico de 750 μWb. El núcleo laminado es de acero al silicio ordinario de 0.3 mm (12 mils.) de espesor y la pérdida total en el núcleo es de aproximadamente 1W. La capacidad de corriente es de 300 mA para el primario y de 1.5 A para el secundario.


Figura 1


Sin hacer cambios al transformador, consideremos el efecto de operarlo a una frecuencia de 6000 Hz, la cual es 100 veces más alta que la frecuencia para la que fue diseñado. Suponiendo la misma densidad de flujo pico, se deduce que el flujo Φmax. permanecerá a 750 μWb. Sin embargo, de acuerdo con la ecuación (1), esto significa que el voltaje primario correspondiente se puede incrementar a:


¡el cual es 100 veces mayor que antes! Asimismo, el voltaje secundario será 100 veces mayor, es decir, de 2400V. Las condiciones de operación se muestran en la figura 2. Las corrientes primaria y secundaria permanecen igual, por lo que la potencia del transformador ahora es de 3600 VA, 100 veces más grande que en la figura 1. Claramente, el aumento de la frecuencia produjo un efecto muy beneficioso.


Figura 2

Sin embargo, la ventaja no es tan grande como parece porque a 6000 Hz la pérdida en el núcleo es enorme (aproximadamente de 700 W), debido al incremento de la corriente parásita y a las pérdidas por histéresis. Por lo tanto, el transformador mostrado en la figura 2 no es factible porque se sobrecalentará muy rápido. Para evitar este problema, podemos reducir la densidad de flujo para que las pérdidas en el núcleo sean iguales a las que aparecen en la figura 1. Con base en las propiedades del acero al silicio de 12 mil, es necesario reducir la densidad de flujo. 1.5 T a 0.04 T. Por consiguiente, de acuerdo con la ecuación (1), habrá que reducir los voltajes primario y secundario a 320 V y 64 V, respectivamente. La nueva potencia del transformador será P = 320 X 0.3 = 96 VA (Figura 3). Ésta es casi 3 veces la potencia original de 36 VA, pero con el mismo aumento de la temperatura. Utilizando laminaciones más delgadas hechas de acero al níquel especial, es posible elevar la densidad de flujo por encima de 0.04 T al mismo tiempo que se mantienen las mismas pérdidas en el núcleo. Por lo tanto, si reemplazamos el núcleo original con este material especial, podemos aumentar la densidad de flujo a 0.2 T. Esto corresponde a un flujo pico Φmax. de 750 μWb x (0.2 T/I.5 T) = 100 μWb, lo cual significa que podemos aumentar el voltaje primario a:


El voltaje secundario correspondiente es de 320 V, por lo que la capacidad mejorada del transformador es de 320 V x 15 A = 480 VA (figura 4).


Nos interesa, desde luego, mantener la relación de voltaje original de 120 V a 24 V. Esto es fácil de lograr redevanando el transformador. Así el número de vueltas en el primario se reducirá de 600 a 600 t x (120 V/1600 V) = 45 vueltas, mientras que el secundario tendrá sólo 9. Esta drástica reducción en el número de vueltas significa que el diámetro del alambre se puede incrementar de forma significativa. Teniendo en cuenta que la capacidad del transformador sigue siendo de 480 VA, deducimos que la corriente primaria nominal se puede aumentar a 4 A mientras que en el secundario llega a 20 A. Este transformador redevanado con su núcleo especial (Figura 5) tiene el mismo tamaño y peso que el de la figura 1. Además, como las pérdidas en el hierro y en el cobre son iguales en ambos casos, la eficiencia del transformador de alta frecuencia es mejor. Ahora es obvio que el aumento de la frecuencia ha permitido un incremento muy grande de la capacidad de potencia del transformador. Por lo tanto, para una salida de potencia dada, un transformador de alta frecuencia es mucho más pequeño, barato, eficiente y liviano que uno de 60 Hz.


Figura 5






FUENTE:

Máquinas Eléctricas y Sistemas de Potencia (Theodore Wildi)




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