domingo, 15 de diciembre de 2019

Limitaciones en el arranque de motores asíncronos (y Parte 2ª)



Limitaciones de carácter mecánico durante el arranque del motor

Pares máximos y mínimos; tiempo de arranque

Durante el proceso de aceleración que se da en el arranque, la máquina accionada está sometida a una serie de esfuerzos mecánicos, que no existen en régimen nominal, debidos a las fuerzas y pares de inercia. Las fuerzas y pares de inercia son proporcionales a la aceleración angular del eje del motor y, a su vez, la aceleración angular es proporcional al par acelerador.

Por esta razón, algunos tipos de máquinas accionadas imponen la condición de que el par acelerador durante el arranque no supere un determinado valor límite superior; este valor límite está determinado exclusivamente por la máquina accionada y no por el motor asíncrono. Un ejemplo típico de acotación superior del par acelerador se presenta cuando la transmisión entre el motor y la máquina se realiza por correas. En este caso una aceleración demasiado brusca puede provocar que las correas patinen y por tanto se desgasten y se rompan después de pocos arranques. Análogamente, en las transmisiones por engranaje, un par acelerador excesivo puede provocar la rotura de los dientes.

Además de la eventual limitación de par máximo, existe siempre una limitación de par mínimo que debe ser observada.

En efecto, para que el motor de un accionamiento sea capaz de alcanzar el régimen nominal es necesario que el par motor suministrado sea mayor que el par resistente opuesto por la máquina accionada para todas las velocidades comprendidas entre cero y la velocidad nominal.

Esto se traduce, en que la curva par-velocidad del motor tiene que estar por encima de la curva par resistente-velocidad de la máquina accionada para 0 < n < nn.

En la figura 3 se muestran las curvas de par motor (T) y par resistente (TL) de dos accionamientos. En el caso (a) se cumple la condición T > TL., para toda n < nn. En el caso (b) no se cumple esta condición; la velocidad del motor se estabilizaría en n' < nn velocidad a la que corresponde una corriente mucho mayor que la nominal que quemaría sus devanados en caso de permanecer funcionando en este régimen.


Figura 3: (a) Arranque correcto (par motor suficiente) (b) Arranque no viable.

La condición enunciada de que el par motor sea estrictamente mayor que el par resistente durante el proceso de arranque es, en pura teoría, suficiente para alcanzar la velocidad nominal, pero con ello no está todavía asegurado que el motor sea el adecuado para una aplicación industrial dada.

En primer lugar, es necesario siempre tomar un margen de seguridad en previsión de posibles disminuciones del par motor debido a descensos circunstanciales de la tensión de alimentación (recuérdese que el par varía con el cuadrado de la tensión) o de posibles desviaciones de las curvas de par reales respecto a las supuestas, tanto en la máquina motriz (motor eléctrico) como en la máquina accionada.

En segundo lugar, y esto es lo más importante, puede ocurrir que las exigencias del proceso tecnológico o de la aplicación industrial concreta o, simplemente, que motivos de rentabilidad económica de la instalación (piénsese en aplicaciones cuyo ciclo de trabajo requiera numerosos arranques), impongan un tiempo máximo para efectuar dicho arranque, el cual no debe sobrepasarse, este tiempo máximo puede también venir acotado por razones de índole térmica.

Esto equivale a exigir un par acelerador mínimo o, lo que da igual, un par motor mínimo supuesto un par resistente prefijado. En otras palabras, la condición de que el par motor supere al resistente con un margen de reserva razonable es una condición necesaria siempre, pero puede no ser suficiente. Se requiere entonces comprobar adicionalmente que el tiempo de arranque del accionamiento es inferior al estipulado como límite por el usuario.

Cálculo del tiempo de arranque; ejemplo.

El cálculo del tiempo de arranque puede efectuarse de forma sencilla si se observa que la ecuación dinámica durante el arranque (despreciando las pérdidas mecánicas) viene dada por:

De donde se deduce:


En general no se dispondrá de las funciones T (Ω) y TL (Ω) en forma analítica pero sí en forma gráfica ya que dichas funciones constituyen simplemente las características mecánicas o curvas par-velocidad del motor y de la máquina accionada. Determinando pues gráficamente el valor medio del par acelerador durante el arranque (figura 4).


Figura 4: Obtención gráfica del par acelerador medio.


se tiene:

con lo que la integral resulta igual a:


expresión en la cual significan:

ta : Tiempo de arranque en segundos
J : Momento de inercia, medida en m2 x kg, de todas las masas aceleradas por el motor (máquina accionada + rotor), referido al eje del motor).
Ωn : Velocidad final en rad/seg.
Ta med : Par acelerador medio en Nw x m.

Si la velocidad viene dada como es usual en la industria en r.p.m., la ecuación anterior adopta la forma:


en la cual, el resto de las variables están medidas en las mismas unidades que antes. La figura 5 muestra un caso práctico de cálculo del tiempo de arranque. Se trata de un motor de 300 CV, 3 000 r.p.m., y rotor de jaula que acciona una soplante de elevada inercia, acoplada directamente al eje del motor; los momentos de inercia del motor y de la soplante valen:

Jm = 4 m2 · kg;
Js = 62,5 m2 · kg


Figura 5: Ejemplo de cálculo del tiempo de arranque

La recta AA' se traza por tanteo, de forma que el área A1 encerrada entre la ordenada n = 0, la curva T(n) y la recta AA' sea igual al área encerrada entre T (n), AA' y la ordenada n = nn.

La recta BB' se obtiene análogamente, pero a partir de la curva de par resistente TL (n).

La distancia entre las dos rectas, medida en la escala de pares, es el par acelerador medio, Ta med 


por tanto, el tiempo de arranque vale:


Si el motor se arrancara por el método estrella-triángulo la curva de par en el arranque sería Tλ (n) (Véase figura 5); el par acelerador medio, en este caso valdría:


Y el tiempo de arranque:


Si se quiere aumentar la precisión de los cálculos, o bien cuando el par acelerador presente grandes variaciones a lo largo del proceso de arranque, entonces se recurre a dividir éste en intervalos y se aplica a cada uno de ellos la técnica mencionada. Por lo general, con tres intervalos suele ser suficiente (Fig. 6).


Figura 6: Cálculo preciso del par acelerador medio.

Hay que indicar que todos los cálculos precedentes se han basado en la curva par-velocidad del motor correspondiente a régimen estático. Esto es lo usual en la industria y para la inmensa mayoría de las aplicaciones prácticas conduce a resultados satisfactorios. Sin embargo para procesos de arranque ultrarrápidos es necesario considerar la característica dinámica que, en ocasiones, puede diferir notablemente de la estática. El estudio de tales casos sale fuera del marco del presente artículo. Por último conviene señalar que en los accionamientos industriales usuales el tiempo de arranque oscila entre algunas décimas de segundo (arranques sin carga de dispositivos de baja inercia) y unos 30 segundos (arranques pesados), o incluso más en motores de media tensión.

La gráfica de la figura 7 permite estimar el tiempo de arranque en vacío de motores de 4 polos de baja tensión en conexión directa a red y sin masas adicionales de inercia.


Figura 7: Tiempo de arranque en vacío aproximado de motores de rotor de jaula
de 4 polos sin inercias adicionales




FUENTE:

Arranque de motores asíncronos: Restricciones de origen eléctrico y/o mecánico (L. Serrano Iribarnegaray, M. Riera Guasp, A. Cervera Vicente).



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