viernes, 11 de noviembre de 2022

LAPLACE, Pierre Simon



LAPLACE, Pierre Simon

• 28 de marzo de 1749, Beaumont-en-Auge, Calvados (Francia).

† 5 de marzo de 1827, París (Francia).


Astrónomo y Matemático francés que hizo grandes aportaciones a la astronomía y que publicó una monumental obra de cinco volúmenes sobre Mecánica Celeste. Trabajó en la teoría del potencial, desarrollando la ley que lleva su nombre.

Laplace descendía de una familia pobre, pero unos vecinos acomodados ayudaron a este joven prometedor a que recibiera una educación apropiada. Contaba con 18 años cuando le enviaron a París con una carta para D´Alembert, quien se negó a recibirle. Laplace le mandó un ensayo de mecánica de tal calidad, que D´Alembert se ofreció enseguida a ayudarle y le propuso como profesor de Matemáticas en la Escuela Militar de París.

Posteriormente pasó a la Escuela Normal. Al principio de su carrera colaboró con Lavoisier en la determinación de calores específicos de numerosas sustancias; entre los dos demostraron, en 1780, que la cantidad de calor que se requería para descomponer una sustancia es igual a la que se desprende al formar dicha sustancia a partir de sus elementos. Esto puede considerarse como el principio de la termoquímica y de la ley de conservación de la energía. En 1785 inicia sus estudios sobre las perturbaciones de los cuerpos del sistema solar y a la cuestión de la estabilidad general de dicho sistema que ya había iniciado Lagrange. Sus investigaciones astronómicas las recopiló en una monumental obra de cinco volúmenes llamada Mecánica Celeste y que se editó en el intervalo de 1799 a 1825 (esta obra es famosa por la costumbre general a lo largo de ella de decir que de la ecuación A se pasa fácilmente a la ecuación B, y a veces los estudiantes se pasan horas e incluso días en aclarar los pasos intermedios que se omiten). Se cuenta la anécdota de que, al presentar un ejemplar de su Mecánica Celeste a Napoleón Bonaparte, el emperador le dijo: «Newton habló de Dios en su libro. He leído su libro escrito y no le he encontrado citado ni una sola vez», a lo que Laplace replicó: «Señor, yo no tengo necesidad de esa hipótesis».

Cuando Lagrange lo supo, dijo: «Pues es una hipótesis excelente; explica muchas cosas». En Matemáticas puras escribió un tratado de probabilidades (1820). También realizó estudios en teoría de series, integración de ecuaciones diferenciales en derivadas parciales, teoría de las ecuaciones, etc. En Física, trabajó en la teoría del potencial, altura barométrica de los montes, acerca de la velocidad del sonido, dilatación de los cuerpos sólidos, etc.

Miembro de la Academia de Ciencias en 1785. Fue Presidente de la Comisión encargada de reorganizar la Escuela Politécnica en 1816. Figuraba en el seno de todas las academias y sociedades científicas de Europa. Desgraciadamente, no se contentó con ser, al lado de Lagrange, el Matemático más ilustre de su tiempo, sino que, cegado por una inquieta ambición, no retrocedió ante ninguna adulación, por rastrera que fuera, para captarse el favor de los poderosos, y como vivía en una época de grandes agitaciones, ofreció el triste espectáculo de esa flexibilidad, muy cercana al servilismo, de la que se pueden aún ver los trazos leyendo los prefacios o prólogos de sus obras, que se modificaban a tenor de los cambios del régimen político existente en Francia. En un principio, durante la época revolucionaria y en los comienzos del Directorio, fue ardiente republicano. Napoleón le confió el Ministerio del Interior, que se vio forzado a abandonar al cabo de seis semanas, ya que resultó un mal administrador; para darle una compensación, el emperador le nombró senador (1790), al propio tiempo que le otorgaba el título de conde (1806). A pesar de los favores que recibió de Napoleón, no dejó de firmar el Acta de la caída del Imperio, siendo uno de los primeros que felicitaron a Luis XVIII, que incluso le concedió el título de marqués.

 



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