domingo, 4 de diciembre de 2022

CAVENDISH, Henry

 

CAVENDISH, Henry

• 10 de octubre de 1731, Niza (Francia).

† 24 de febrero de 1810, Londres (Inglaterra).

 

Físico y Químico británico. De familia noble. Hábil experimentador, determinó la constante gravitatoria que se incluía en las fórmulas de Newton. Descubrió diversas leyes eléctricas, como la ley de Coulomb antes que éste, pero no publicó sus trabajos.

Nació en Niza mientras su madre pasaba unas vacaciones aprovechando el excelente clima de la costa francesa. Estudió en la Universidad de Cambridge, pero no se graduó. Heredero de una gran fortuna, se dedicó por entero a la investigación científica.

Desgraciadamente enfermó de misantropía y no quiso publicar sus trabajos, por lo que la mayor parte de ellos no se conocieron hasta muchos años después de su muerte. En la década 1770-1780, realizó experimentos eléctricos, anticipándose a la mayor parte de los descubrimientos que se hicieron en los cincuenta años siguientes Maxwell los descubrió y publicó un siglo más tarde en 1879 con el título de Investigaciones sobre la electricidad. En ellos Henry Cavendish se anticipó a las investigaciones de Charles Coulomb, Michael Faraday y otros. Cavendish se basó en una teoría de la electricidad análoga a la expuesta por el alemán Aepino (1724-1802) en su Ensayo de una hipótesis sobre la naturaleza de la electricidad y del magnetismo. El propio Aepino (y más tarde Joseph Priestley) intuyó vagamente que las acciones mutuas de dos cargas eléctricas deberían ser inversamente proporcionales al cuadrado de sus distancias, por analogía con la ley de la gravitación de Newton. Cavendish señaló que una exacta determinación matemática de las fuerzas de atracción y repulsión debe constituir la base de toda teoría, y fue el primero que consiguió relacionar la ley de distribución de la electricidad en un conductor con la ley de las atracciones inversamente proporcionales a los cuadrados de las distancias.

En sus Investigaciones sobre la electricidad aparece también el concepto moderno de "potencial" (sólo vagamente intuido antes por Watson y por Benjamin Franklin), haciendo evidente la distinción entre "potencial" y "carga". Relacionado con este concepto, en la misma obra aparece el de "capacidad eléctrica": Cavendish establece que la capacidad de un conductor depende también de la presencia de conductores próximos y fija la unidad de medida para esta nueva magnitud. Deben mencionarse asimismo los importantes conceptos y experimentos sobre la "resistencia", experimentos que hizo adoptando como galvanómetro su propio cuerpo y midiendo la intensidad de la corriente por la intensidad de la sacudida. Anticipó también las leyes de la distribución de la corriente entre circuitos en paralelo, ley generalmente conocida con el nombre de Wheatstone (en honor a Charles Wheatstone), mientras que en otras partes de la obra expuso la ley de variación de la corriente eléctrica en circuitos derivados, mucho antes que Georg Simon Ohm.

Cavendish fue el primero que pesó un volumen particular de diferentes gases para determinar su densidad; encontró que el hidrógeno tenía una densidad 1/14 de la del aire. En algún momento de la década 1780-1790 demostró que el hidrógeno, al arder producía agua; de este modo, el agua se convertía en una combinación de dos gases.

El experimento más espectacular que realizó Cavendish fue determinar la constante gravitatoria que se incluía en la ley de gravitación de Newton; para ello suspendió de un alambre fino una varilla por su centro y en cada punta de esta varilla colocó una bolita de plomo, la varilla podía girar libremente suspendida del alambre si se aplicaba una fuerza pequeña a las bolas. Cavendish midió la amplitud de giro que se producía con los leves impulsos de las bolas. Colocó dos bolas grandes cerca de las pequeñas, una a cada lado, y la fuerza de la gravedad entre las grandes y las pequeñas hacía que el alambre se retorciera.

A partir de la magnitud de esta torsión, Cavendish calculó la fuerza de atracción entre los dos pares de bolas; como conocía la distancia entre sus centros y la masa de cada una, tenía todo lo necesario para resolver la ecuación de Newton y despejar de esta manera la constante gravitatoria.

Una vez conocida esta constante se podía llevar a la ecuación que representaba la atracción de la Tierra a cualquier objeto de masa conocida colocado en su superficie, deduciendo la masa de la Tierra, que vino a suponer 6.600 trillones de toneladas y un peso específico de 5,5.

A pesar de la importancia y de la amplitud de sus descubrimientos, la obra de Cavendish tuvo menor influencia que lo que podría creerse sobre el desenvolvimiento ulterior del pensamiento científico, a causa de que condenó durante mucho tiempo a permanecer inéditas la mayor parte de sus obras y de sus meditaciones, que a nadie confiaba. Hombre muy reservado y poco sociable, su timidez frisaba al parecer en el ridículo: ordenaba sus comidas mediante una nota que dejaba sobre la mesa y la servidumbre tenía orden taxativa de no comparecer ante su presencia. Afectado de un ligero tartamudeo, nunca se casó. En Derby, donde fue inhumado en la tumba familiar, fue erigido un monumento en su honor. El duque de Devonshire dio el nombre de Cavendish al laboratorio fundado por él en Cambridge.

 


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