GILBERT, William
• 24 de mayo de 1544, Colchester, Essex (Inglaterra).
† 10 de diciembre de 1603, Londres (Inglaterra).
Físico y Médico británico que
publicó, en 1600, la excelente obra De magnete… en la que resumía los
conocimientos existentes hasta entonces sobre los fenómenos magnéticos. A él se
debe el considerar la Tierra como un inmenso imán.
Gilbert fue Médico de profesión,
que obtuvo su título en Cambridge y viajó luego por Europa. Le hicieron
presidente del Colegio de médicos ingleses y en 1601 le nombraron médico de la
corte de la reina Isabel I y del rey Jacobo I, de los cuales recibió una
pensión anual para sus investigaciones científicas. Su obra maestra, publicada
en 1600, fue De magnete magneticisque corporibus, en la que resumía todos los
conocimientos que en esa época se conocían sobre el magnetismo terrestre. Fue
un pionero de la experimentación y rechazó muchas supersticiones con pruebas
definitivas; probó, por ejemplo, que el ajo no destruía el magnetismo, como se
creía, untando simplemente el imán con ajo y demostrando que no perdía sus
propiedades magnéticas. Gilbert demostró cómo la aguja imantada no sólo servía
para indicar la dirección norte-sur, sino que, además, si se suspendía de
manera que tuviera libertad para colocarse en sentido vertical, apuntaba
siempre hacia la Tierra (inclinación magnética). Una aguja de brújula también
muestra desviación en las cercanías de una esfera magnética, apuntando
perpendicularmente a los focos magnéticos de la esfera.
La gran contribución de Gilbert
consistió en considerar la Tierra como un inmenso imán esférico, por lo que las
agujas imantadas apuntaban hacia los polos magnéticos terrestres y no hacia el espacio,
como pensaba Peter Peregrinus.
También elaboró teorías sobre la
estructura del universo que fueron avanzadas y atrevidas para aquella época.
Fue el primer inglés que aceptó las ideas de Copérnico.
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