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domingo, 10 de noviembre de 2019

Controles y Verificaciones eléctricas en Subestaciones (y Parte 4ª)




Continuación del post: Controles y Verificaciones eléctricas en Subestaciones  (Parte 3ª)


4.4.- Aisladores

4.4.1.- El problema de la contaminación ambiental en los aisladores

Los contaminantes que contiene el aire son perjudiciales potencialmente, cuando se les permite acumularse sobre los aisladores de líneas y sobre las bornas de los equipos, pudiendo causar corrientes excesivas de fuga, descargas y deterioros. Las empresas distribuidoras e industriales con subestaciones de potencia a la intemperie están presentando cada vez más atención a este problema.

Las pruebas de control demuestran que los contaminantes conductores, tales como el polvo de carbón, las cenizas, partículas metálicas y algunos productos cerámicos, reducen la resistividad de la superficie del aislador cuando se acumulan sobre él, el resultado es el siguiente: Fugas excesivas, Descargas, Interrupciones del servicio, Horas extraordinarias del personal dedicado a la conservación, etc... Los contaminantes no conductores son también causantes de averías, cuando la humedad es alta, alguno de estos factores como el polvo industrial, cemento, etc..., absorben el agua, la conductividad aumenta y tiene lugar una fuga de corrientes superficial en los aisladores con posible avería.

El quitar dichos depósitos antes de que se produzca una avería es otro problema de la conservación, cuando forman una costra sobre los aisladores, hay que desenergizar las líneas y proceder a limpiezas periódicas con tal frecuencia que resultan antieconómicas para la empresa.

4.4.2.- Medida de la contaminación depositada en aisladores

Estas medidas tratan de determinar el momento en que la contaminación depositada en el aislador puede alcanzar un valor peligroso, teniendo en cuenta no sólo el tipo de contaminante sino la incidencia atmosférica y geográfica de la subestación. Para ello, se pueden tomar muestras sucesivas de la contaminación depositada y prever su evolución, lo que no siempre es fácil, o medir el número y amplitud de las descargas superficiales mediante un equipo apropiado, cuya información se procesa y registra de forma continua mediante PC.

4.4.3.- Soluciones alternativas al problema de la contaminación ambiental en aisladores.

Los métodos más utilizados internacionalmente son:

  • El sobreaislamiento de aisladores.
  • Lavado de aisladores.
  • Empleo de grasas hidrófobas.
  • Uso de aisladores con capa semiconductora.
  • Eliminación de la fuente de contaminación.

El último método solo es posible aplicarlo cuando el tipo de contaminante es industrial y, además, se justifica económicamente.

4.4.3.1.- Lavado de aisladores

El método de lavado de aisladores puede aplicarse con el sistema energizado o desenergizado. Con sistema desenergizado solo es justificable en subestaciones coincidiendo con el periodo de mantenimiento capital de la misma, o en el caso que no es posible aplicar otro tipo de método por razones técnicas, o cuando las características adhesivas del contaminante exijan el uso de lavado con soluciones químicas para recuperar el aislamiento.

La técnica de lavado del aislamiento con la línea energizada, comúnmente llamado “lavado en caliente”, es de gran uso a escala internacional y fue utilizado por primera vez en Australia por, el año 1932 en líneas de 33Kv. Donde el lavado natural no eliminaba el contaminante depositado en el aislamiento. Posteriormente esta técnica se amplió al resto de los países.

Este método consiste en aplicar al aislamiento un chorro de agua a presión o elementos no conductores suaves (como la fibra de maíz) para con esa acción eliminar el contaminante depositado en la superficie de los aisladores. Estos métodos se consideran de gran efectividad para lograr eliminar los contaminantes. En el caso del agua a presión para aquellos contaminantes de poca adherencia a la superficie del aislamiento o de alta solubilidad en agua, como pueden ser las sales, mientras que el otro que es un lavado de superficie con arena, muy utilizado en la limpieza de buques, edificios, etc., permite eliminar de la superficie del aislamiento contaminantes que tienen una alta adherencia en la superficie del aislador, como son el cemento o contaminantes provenientes de industrias químicas o derivados del petróleo.



Figura 31: Limpieza de aisladores con chorro de agua a presión

4.4.3.2.- Uso o empleo de grasas hidrófobas

Esta es una de las medidas más usadas.


Figura 32: Limpieza y tratamiento de aisladores con grasa hidrófoba

La solución a este problema de eliminación de corrientes superficiales de fugas en los aisladores, se realiza a base de compuestos siliconados, que no evitan que los contaminantes aéreos se depositen sobre los aisladores, pero proporcionan a los mismos una superior resistencia superficial, evitando la formación de películas continuas electrolíticas de agua en el aislador, también absorben los contaminantes disponiéndolos dentro de su cuerpo no conductor, eliminando la formación de sendas para la descarga eléctrica, no dejando hacer incrustaciones que dañen a la porcelana y facilitando la limpieza aún con los más fuertes contaminantes.

Un criterio para definir la vida útil de la grasa de silicona es difícil, sobretodo porque depende mucho de las condiciones ambientales. No obstante, existen algunos aspectos que pueden ayudar a definir cuando la grasa esta ya para cambiarse, como son el estado y el grueso del recubrimiento, nivel de descargas detectado y nivel de radio interferencia.

En estudios que se han realizado, se ha demostrado que para condiciones severas de contaminación marina, la vida útil, de la grasa esta del orden de 8 a 12 meses, mientras que cuando se trata de contaminación industrial severa o marina moderada, el tiempo de la vida útil es del orden de los 2 a 3 años, así como si la contaminación es solo industrial, pero moderada el tiempo de la vida puede ser de 3 a 4 años.

El principal inconveniente de este método es, además de los altos costos de las grasas, es la necesidad de monitorear continuamente el estado del recubrimiento y la necesidad de desenergizar el sistema tanto para su aplicación como para su remoción.



Figura 33: Aumento de la resistencia de aislamiento de la superficie de los aisladores
con el tratamiento de silicona


4.4.3.3.- Uso de aisladores con capa semiconductora

Es un método que trabaja sobre la inhibición de las descargas superficiales, actuando sobre uno de los elementos principal del proceso: la corriente de fuga en la superficie del aislador.

Estos aisladores tienen un diseño especial, basado en el recubrimiento de su superficie por una capa sobre la base de elementos semiconductores, lo que permite mantener una corriente de fuga fija, del orden de 1 mA. La circulación de esta corriente hace subir la temperatura en la superficie del aislador lo que provoca, ante condiciones de humedad en la capa de contaminantes, un secado más rápido de la misma.

Aunque este proceso es beneficioso no limita la formación de bandas secas, pues la condición de reforzamiento de campo eléctrico en zonas más agudas o estrechas del aislador hace que en esas zonas el secado sea más intenso; no obstante, la presencia de dos capas con características resistivas, la de contaminación, con altos valores resistivos, y la semiconductora, de menor valor resistivo, conectadas técnicamente en paralelo a la superficie del aislador, hace que la resistencia equivalente que ve la tensión aplicada a los extremos de la banda seca sea mayor, por lo que inhibe la formación de la descarga superficial.

Este tipo de aislador ha ido cambiando el elemento semiconductor a lo largo de su uso; primero fue utilizando el óxido de hierro, el cual fracaso pues presento problemas de corrosión electroquímica. Un segundo material usado fue el óxido de titanio, el cual fue muy sensible a las descargas parciales, siendo el que mejor resultado ha ofrecido el óxido de estaño enriquecido con antimonio.

Estos aisladores  además de su uso para actuar contra efectos de la contaminación, tienen la ventaja de mejorar la distribución de tensión en la cadena aislante, pero como desventaja poseen la de ser más caros que los aisladores normales, su corta vida útil y las pérdidas de energía que trae su principio de funcionamiento.

4.4.3.4.- Sobreaislamiento

Es una medida muy empleada durante muchos años para disminuir las pérdidas que se asocian a los fallos por acción de la contaminación, aunque la misma no trabaja sobre la inhibición del proceso, sino que va a la búsqueda de incrementar la longitud de fuga del aislamiento de forma que aún, en presencia de bandas secas, no es posible que ocurra la descarga parcial que inicie el proceso de fallo. Esta medida tiene la necesidad de realizar un estudio inicial de coordinación del aislamiento, ya que al sobre aislar el aislamiento exterior, puede sobrepasar los niveles de coordinación diseñados en la línea y en sus equipos, lo que provocaría en determinadas condiciones, que estos equipos fallaran por esfuerzos dieléctricos.

La aplicación de cada método para combatir la contaminación, inhibir el proceso de las bandas secas o de la descarga, requiere un análisis técnico-económico que diga la última palabra en lo relacionado a la decisión a tomar.

4.5.- Pararrayos de ZnO

4.5.1.- Medida de la corriente de fuga

Los pararrayos se encuentran sometidos durante el servicio a la influencia de diferentes sobretensiones, tanto temporales como de maniobra y atmosféricas, que envejecen sus componentes y pueden causar su avería. La evaluación del estado de los pararrayos de ZnO, puede hacerse a partir de la medida y control de la componente resistiva de la corriente de fuga que les atraviesa de forma permanente durante el servicio normal.

Más información en el siguiente post: “Elección de autoválvulas de Óxido de Zinc (ZnO) en líneas de Alta Tensión”:

4.6.- Transformadores de medida

Los transformadores de medida realizan la doble función de transformar una magnitud primaria (intensidad o tensión) en otra secundaria normalizada, fácil de ser registrada o utilizada para medida o protección, evitando el peligro que ocasionarían las primeras por sus elevados valores.

Como elementos íntimamente relacionados a los relés, amperímetros, contadores de energía, etc..., el mal funcionamiento o mala instalación, así como cualquier avería de los transformadores de intensidad y tensión, inutiliza los sistemas de protección y control de la instalación, dejando a la misma en condiciones de riesgo ante fallos en la red. Los problemas principales suelen ser: imprecisión en la reproducción de la magnitud primaria, aislamiento y calentamiento, siendo secundario lo concerniente a la protección de los instrumentos de medida contra sobretensiones y cortocircuitos primarios.

La frecuencia de la revisión depende de las condiciones de trabajo de los transformadores, importancia de los elementos conectados a ellos y lugar de emplazamiento de los mismos.

Una vez al año cuando menos deberá realizarse una verificación general de estos transformdores y del cableado que parte de los mismos, así como el control de características, inyectando por primario la magnitud y múltiplos que figuran en placa y midiendo tensión e intensidades a la salida del transformador, en aparatos de medida y comprobando en bornes de las protecciones; medición de aislamientos de sus devanados comparando con los archivos realizados, ensayo de rigidez dieléctrica, comprobación de que la temperatura de trabajo es la normal y que no se eleva en los puntos de conexión a la línea. Observación de niveles y fuga de aceites en los que posean y estado del mismo en cuanto a rigidez dieléctrica, color, depósito de lodos, etc... Limpieza en general, observación de grietas, presencia de puntos de oxidación, repaso de tornillería.

Comprobación de que la relación de transformación, ángulo de fase y errores, se encuentran dentro de los límites impuestos por el fabricante, dentro de una zona de funcionamiento delimitada por el reglamento; capacidad adecuada, factor de sobrecarga, puesta a tierra, comprobación de polaridades y conexionado correcto, etcétera...

4.6.1.- Medida de clase de precisión en TT’s capacitivos

Si bien con el tiempo, la precisión en los transformadores de medida puede verse alterada, en los transformadores de tensión capacitivos se producen con mayor frecuencia variaciones en la relación de transformación debido a la modificación del valor de la capacidad de los condensadores que constituyen el divisor de tensión.

La determinación del error de relación de transformación y de ángulo se realiza por comparación de las medidas de tensión registradas, con otro transformador usado como patrón.


Figura 34: Esquema de conexiones para la medida de la relación de transformación
en un transformador de tensión con la unidad CPC 100

Para saber más, ver posts:
“Control y pruebas en transformadores de tensión (TT) e intensidad (TI)” en el siguiente link:

4.7.- Medida del ruido y vibraciones

Estas medidas son útiles para la detección de fallos incipientes en equipos que contengan piezas mecánicas en movimiento o sometidas a vibración por rozamiento con fluidos, campos magnéticos alternos, etc...

4.8.- Equipos de protección y control

La función de los relés de protección consiste en producir la rápida separación del servicio de cualquier elemento de un sistema de potencia cuando aquel sufre un cortocircuito o cuando comienza a funcionar de cualquier forma anormal que pueda causar daños o interferir el funcionamiento eficaz del resto del sistema, proporcionando además una indicación de la ubicación y tipo de avería. Si estos dispositivos se encuentran estropeados o ineficaces solo cabe esperar, más pronto que tarde, graves daños en la instalación con las consecuencias añadidas por la falta de producción y del lucro cesante.

Es preferible prescindir de los sistemas de seguridad si estos no se mantienen
en perfectas condiciones de servicio.

De esta norma elemental de seguridad, se deduce que sin el mantenimiento, las protecciones  mal concebidas o inoperantes, inducirán a un falso sentimiento de seguridad  cuyo riesgo es más elevado que el no disponer de ellas.

Es por tanto, necesario cuando menos, la verificación general de los relés de protección al considerar que la mayoría son de precisión, una vez al año, recomendando una prueba manual cada cierto tiempo. Todos los relés, cualquiera que sea su tipo, deben inspeccionarse minuciosamente siempre que haya motivos para dudar de su exactitud y ajuste.

Los relés según su principio de funcionamiento, atracción electromagnética, inducción y estáticos, deben comprobarse y confeccionar sus curvas de retardo de tiempo según sus tipos y especificaciones del fabricante. Realizado el tarado de acuerdo al estudio de selectividad adoptado y en función de la capacidad de producción y transformación, según el registro de intensidad y tensión realizados. 


Figura 35: Prueba de relés de protección con equipo CMC 356 de Omicron


Los relés que dispongan de indicadores propios de funcionamiento, se les comprobará su estado y si sus bobinas tienen capacidad de corriente adecuada para funcionar eficazmente con la mínima corriente de disparo disponible. Se realizaran pruebas de aislamiento del sistema de control, un ensayo de rigidez dieléctrica permite detectar deterioros. Se comprobará que el funcionamiento sea silencioso, examinando si tiene piezas flojas que al moverse causen vibraciones, asegurando su apriete. Todas las conexiones deben estar intactas y bien ajustadas. Se realizaran pruebas a los interruptores automáticos a través de los relés, para obtener su tiempo total de disparo y siguiendo en los respectivos esquemas el proceso de señalización.

Para saber más, ver post:
“Ensayos generales de relés de protección” en el siguiente link:




FUENTES:

OMICRON: Entrenamiento CPC 100 – CP TD1
CIGRE: Mantenimiento de transformadores de potencia (R. E. Álvarez, Miguel del Pozo)
RED ELÉCTRICA: Técnicas de mantenimiento predictivo aplicadas en subestaciones de AT. (Ignacio González Azcona, Francisco Borrás Martin).








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