sábado, 31 de diciembre de 2022

JABLOCHKOFF, Paul

 

JABLOCHKOFF, Paul

• 14 de septiembre de 1847, Serdobsk, Saratov (Rusia).

† 10 de abril de 1894, San Petersburgo (Rusia).

 

Físico ruso que inventó un sistema de alumbrado eléctrico por arco eléctrico que se emplearía en el alumbrado público de París, Roma y Londres entre 1875 y 1890.

Estudió en el Colegio de Ingeniería Militar de San Petersburgo (1866). Su servicio militar duró cinco años y en 1871 le nombraron Director General de las líneas telegráficas de Moscú-Koursk. Incorporó el alumbrado por arco eléctrico a las locomotoras de la línea ferroviaria Moscú-Koursk y a parte de dicha línea. En 1875 dejó el servicio de telégrafos para dedicarse a los desarrollos científicos. Se trasladó a París, donde se colocó en los talleres Breguet, en los que se construían aparatos científicos e industriales.

 Después de ocho meses de pruebas y ensayos inventó la bujía Jablochkoff, que fue un descubrimiento muy importante para el desarrollo del alumbrado por arco eléctrico.

 

Bujía Jablochkoff

Se creó una empresa específica de alumbrado, y en mayo de 1876 se iluminó la Avenida de la Ópera de París; más tarde se realizaron instalaciones similares en Roma y Londres.

 

Bujías de Yablochkov iluminando la Avenue de l'Opera de Paris en 1878 

Jablochkoff no solamente inventó su célebre bujía, sino que ideó sistemas para la distribución de corrientes por medio de bobinas de inducción; también inventó una lámpara incandescente de caolín, una pila que consumía carbón, una máquina generadora de corriente alterna, una batería de sodio, y otros equipos diversos. 

En la década de 1880 las bujías o lámparas Jablochkoff se fueron cambiando por lámparas de arco, y más tarde por lámparas incandescentes (patentadas en 1881 por Edison). La patente de Jablochkoff número 1.996, de 1877, sobre la producción y división de la luz eléctrica se acercaba bastante a la idea de la distribución de energía eléctrica por medio de transformadores que patentarían Gaulard y Gibbs en 1885, y más tarde los ingenieros Deri, Blathy y Zipernowsky, de la Casa Ganz de Budapest, en 1886.

 


Los comienzos del alumbrado público


 Los comienzos del alumbrado público

Bujías de Yablochkov iluminando la Avenue de l'Opera de Paris en 1878

Por años 1881 el uso de la corriente eléctrica producida por dinamos era utilizada casi exclusivamente con fines de iluminación (calles, plazas, locales públicos) a excepción de una muy pequeña parte que iba destinada a fines industriales (dorado y plateado de metales).

Un ejemplo de este uso de la corriente eléctrica lo constituye el carromato militar (figura 1), de 1873, conservado en perfectas condiciones en el Deutsches Museum de Munich.

El carro, para ser arrastrado por caballos, lleva en la parte posterior una caldera, de la que destaca su chimenea como puede verse en la fotografía, donde se produce vapor para accionar un motor de arrastre que, mediante una correa, acciona una dinamo Siemens de tipo vertical, situada en la parte delantera cuya corriente alimenta un proyector militar, con lámpara de arco, para ser utilizado en las trincheras como grupo autónomo.

Fig. 1. Proyector de luz militar, construido por Siemens & Halske en 1873, conservado en Munich en el Deutsches Musem.

El día 3 de mayo de 1878 marca, desde este punto de vista, una fecha importante. Hacía el atardecer treinta y dos globos de vidrio situados a lo largo de la Avenida de la Opera de París, se iluminaban a la vez, proyectando a su alrededor una potente claridad, blanca y dulce (foto de cabecera). Las calles que desembocaban a esta Avenida, iluminadas por gas, daban la sensación de estar sumergidas en sombras. Los ingenieros y viandantes alabaron unánimemente el resultado del nuevo sistema. 60 años antes la sensación había sido la misma al inaugurarse la iluminación por gas, también en París, un primero de enero de 1819.

El nuevo sistema de iluminación estaba constituido por bujías Jablochkoff (fig. 2) que desde su creación hicieron avanzar rápidamente la técnica del alumbrado público.

Fig. 2. Bujía Jablochkoff

Los treinta y dos candelabros eléctricos de la Avenida de la Opera estaban situados diez y seis a cada lado de la calzada. Cada linterna contenía seis bujías que brillaban una tras otra gracias a la acción de un conmutador de seis contactos, situado en el pedestal, y que un operario accionaba convenientemente.

En los sótanos de dos casas, situadas una a cada lado de la calle, funcionaban dos generadores de manera que cada uno alimentaba a dieciséis candelabros, consumiendo una potencia de tres caballos de vapor.

Los conductores se dividían en dos ramas, llegando la una por arriba y la otra por abajo, cerrando el circuito a través de las bujías. Los conductores enterrados, bajo las aceras, eran protegidos por unas capas aislantes de tela y de gutapercha, enrolladas unas sobre otras. En cada candelabro siete hilos delgados llevaban la corriente a cada una de las seis bujías y el sobrante hacía de retorno hasta el conductor principal.

Este tipo de alumbrado de la Avenida de la Opera, con bujías Jablochkoff, fue utilizado durante tres años y medio.

El Ayuntamiento, durante el primer año, abonó a la Compañía Jablochkoff la cantidad de 1,45 francos por cada lámpara y por cada hora de funcionamiento. El segundo año el Consistorio parisino rebajó considerablemente la cantidad a pagar, argumentando razones de comparación con la cantidad de luz proporcionada por el gas y la empresa, en 1882, solicitó un local gratuito para situar sus generadores, así como un aumento de tarifas. La petición fue desestimada y ante las pérdidas la empresa desmontó la instalación de generación e iluminación.

Este sistema no fue el único, aunque todos los surgidos estaban basados en los mismos principios. Este era el de establecer una diferencia de potencial entre dos electrodos a una cierta distancia (variable según esta diferencia), creando un arco eléctrico que proporcionaba una intensa luz. Los sistemas más utilizados fueron, aparte de las bujías Jablochkoff, el de Lontin, las lámparas Siemens, el sistema Brush. Unos y otros iluminaron, durante algún tiempo, las plazas y calles tanto de Europa como de América.

Pronto el alumbrado público comenzó a ser eléctrico en ciudades importantes como: Londres en Inglaterra, Munich y Berlín en Alemania, Amsterdam en Holanda, Estocolmo en Suecia, Milán en Italia o San Petersburgo en Rusia. Un gran número de ciudades norteamericanas siguieron este ejemplo y es de destacar, tan sólo como dato anecdótico ya que no se trata hacer aquí una historia de la iluminación eléctrica, que la primera ciudad del mundo con todo el alumbrado público totalmente electrificado fue Akronn en el estado americano de Ohio.

Por ejemplo, en Londres, las autoridades para diversificar los riesgos ante una técnica que todavía estaba en mantillas, concedieron la explotación a distintas empresas que utilizaban sistemas diferentes. La capital inglesa se iluminó con los sistemas: Siemens, Brush y Lontin.

La revista técnica La Lumiére Electrique, antecesora de la actual Revue Générale d'Eiectricité, describía así este primer proyecto de iluminación de Londres:

"El alumbrado público comenzó el 1 de abril de 1881. Tres distritos son afectados en la ciudad, por este ensayo de iluminación. El primero, de longitud 1.568 m. ha sido concedido a la Anglo American Electric Light Company (sistema Brush). El segundo, de 1.558 m., en principio a la Electric and Magnetic Company (sistema Jablochkoff), retirándosela enseguida y dándosela a la Electric Light and Power Generator Company (sistema Lontin); y el tercer distrito, 1, 391 m., a los hermanos Siemens.

El número de lámparas eléctricas fue en el primer distrito de 33 contra 156 mecheros de gas. En el segundo, de 32 contra 157 mecheros de gas y en el tercero de 34 lámparas contra 139 mecheros de gas".

Cada sistema de iluminación dio lugar a su propio modo de generación. Es por esto por lo que aparecen las máquinas generadoras de Brush o de Lontin, aparte de las mencionadas y descritas de Siemens.

Poco después de conocerse las máquinas de Gramme y de Siemens en los Estados Unidos comenzaron los americanos a preocuparse de la producción de energía eléctrica con destino a la iluminación.

El propietario de una siderurgia de Conecticut, William Wallace, construyó la primera dinamo americana en 1874. Su utilización era industrial pues la aplicaba a procesos electroquímicos. Al mismo tiempo construyó lámparas de arco que iluminaron sus fábricas.

En diversos lugares de la extensa geografía norteamericana surgen instalaciones autónomas para alumbrar parques públicos. fábricas o estaciones ferroviarias. La especulación se impuso en esta nueva tecnología entre otras cosas por las posibilidades económicas que ofrecía. Entre los que destacaron se encontraba Charles Brush, que desarrolló un sistema original y bastante empleado.

A pesar del rápido desarrollo y expansión de la iluminación por arco, enseguida los investigadores de las Facultades de Física e Ingeniería se percataron que esta lámpara no podía ser la solución definitiva al problema. El ejemplo del gas estaba ahí. Con este se podía iluminar hasta las viviendas más modestas de una forma relativamente barata.

Thomas Alva Edison hacía mucho tiempo que tenía la idea de construir un alambre que al ser recorrido por una corriente eléctrica, el efecto Joule, generara el suficiente calor para llevar a la incandescencia el conductor e iluminara el entorno.

Esto había sido intentado por muchos con anterioridad a Edison, pero se llegó a la conclusión de la imposibilidad del proceso en contacto con el aire, pues el oxígeno quemaba el conductor.

El gran paso adelante, en la evolución del alumbrado eléctrico fue el invento de la bombilla de filamento o lámpara de incandescencia. La estricta realidad es que aunque se atribuye a Edison el invento, esta había sido "inventada" antes en versiones diferentes pero con el mismo criterio: producir luz a partir del calor generado por la corriente eléctrica, en un filamento, sumergido en un recinto en el que se ha hecho el vacío. Por citar sólo un caso se puede nombrar al físico y químico inglés Joseph Wilson Swan.

En 1848, Swan, empezó a usar finas tiras de papel carbonizado en el interior de una ampolla donde se había hecho el vacío. Veinte años antes que Edison había conseguido, en 1860, luz eléctrica en un filamento de carbón. El problema es que el proceso duraba poco tiempo porque el vacío no era lo suficientemente bueno.

Hacia el final de la década de los 70, Edison ya trabajaba en el asunto con técnicas de vacío muy mejoradas. El inglés y el americano construyeron a la vez la lámpara de incandescencia práctica, pero como siempre, Edison fue el más activo y rápido con las patentes.

La gran contribución del "Mago de Menlo Park" como se le conocía al estadounidense (por tener sus talleres y laboratorios en este lugar), fue la creación, no sólo de la lámpara, sino de todo un sistema de alumbrado eléctrico que iba desde el generador, arrastrado por una máquina de vapor, hasta la bombilla pasando por los cables, las conexiones y toda la paramenta para llevar la electricidad en forma de luz al cliente. Entre lo que se podría destacar del equipo era el mecanismo que mantenía las lámparas con un grado de iluminación constante, sin fluctuaciones, independientemente de las que estuviesen conectadas.

Las lámparas de Swan alcanzaron rápidamente importancia en Gran Bretaña, iluminándose con ellas la Cámara de los Comunes en 1881 y el Museo Británico en 1882. La primera aplicación del sistema, que revolucionó la iluminación, para usos particulares se realizó en casa del propio inventor inglés. En 1884 siguió su ejemplo William Thompson, Lord Kelvin.

Las diferencias que habían surgido entre Edison y Swan fueron zanjadas, si no amigablemente, comercialmente fundando en Inglaterra en 1883, juntos, una compañía para la explotación de la luz de incandescencia.

A finales del siglo XIX la iluminación eléctrica era prácticamente la exclusiva en todo el mundo industrializado.

La bombilla Edison o lámpara de filamento de carbono se comenzó a producir industrialmente en 1879, instalándose ese mismo año 115 lámparas en el transatlántico de lujo Columbia para iluminar sus salones de baile.

Fig. 3. Thomas Edison, con una bombilla incandescente.

Edison trabajó en el máximo secreto, pero con tantos colaboradores y operarios como tenía en Menlo Park, fueron inevitables las filtraciones a la opinión pública. Por este motivo el 31 de diciembre de 1879 se invitó a la prensa de todo el país, así como a personas relacionadas e interesadas con el tema mostrando los logros obtenidos hasta el momento. Por entonces se habían invertido ya 45.000 dólares en los trabajos experimentales, pero aún habría de seguirse investigando.

De todas formas la lámpara actual era ya un hecho. Con el fin de poder cambiar con facilidad la referida lámpara la proveyó de un casquillo conocido como "rosca Edison" con la que la sujetaba a un portalámparas. De la misma manera que en las tuberías de gas, en las que se inspiró, el portalámparas iba provisto de una llave o interruptor que permitía encender o apagar la lámpara a voluntad. Para las lámparas situadas a mucha altura, colocaba interruptores más bajos sobre las paredes.

La presentación en Europa se hizo en 1881 con motivo de la Exposición Internacional de Electrotecnia, que se celebró en París. La lámpara causó bastante revuelo y expectación pero es de destacar el montaje publicitario, a la americana, que se organizó, dando la sensación al profano que Edison había "inventado la electricidad".

En esta Exposición también estuvo presente la casa Siemens & Halske presentando, entre otros productos. varios generadores de corriente continua. diversos modelos de lámparas de arco diferencial, la fundición del acero en un pequeño horno eléctrico en el que se formaba el arco entre un electrodo de carbón, móvil, y el crisol de grafito.

Con motivo de la Exposición se celebró también, en París, el primer Congreso Electrotécnico, donde se reunieron eruditos de todo el mundo para ponerse de acuerdo acerca de las unidades de medida que tuvieran valor universal. Se fijaron unidades derivadas del sistema empleado por los físicos, denominado sistema de medición absoluto, destacando las relativas a tensión, intensidad de corriente y resistencia, designadas con el nombre de tres grandes investigadores: Volta, Ampere y Ohm

viernes, 30 de diciembre de 2022

Los primeros generadores industriales



Una modificación de una parte de los incipientes generadores, como es el inducido, supuso un gran paso en su desarrollo. El descubrimiento del "inducido de tambor" por la empresa Siemens & Halske permitió construir máquinas que aprovechaban mucho mejor la energía utilizada para convertirla en eléctrica. A cada lado del Atlántico se desarrollaron dos potentes industrias electrotécnicas, dirigidas y tuteladas por dos "monstruos" de la ingeniería eléctrica. A este lado Werner von Siemens, al otro Thomas Alva Edison.

Cuando se proyectaba una nueva máquina no se disponía de antecedentes de cálculo. En cada modelo de gran tamaño, la labor de tanteo y desarrollo se realizaba por pura intuición. Si, por ejemplo, el devanado se calentaba en exceso se sustituía el conductor que lo formaba por otro de más sección. Siguiendo esta fórmula se procedía en todos los demás pormenores. No había comprobación, prueba o constatación en la que no apareciesen inconvenientes o se produjesen incidentes.

En los diez primeros años que siguieron al descubrimiento del principio dinamoeléctrico, no podía hablarse todavía de una fabricación basada en esta innovación. Pero los problemas se fueron subsanando y la fabricación de máquinas originó una prometedora industria, creando Edison un generador, llamado por él mismo Jumbo, de 27 toneladas de peso. La energía generada se utilizó, durante varios años, casi exclusivamente para alumbrado. Primero con lámparas de arco y más tarde de incandescencia. Se iluminaron al principio tramos de avenida o plazas, luego calles enteras, a continuación, palacios, jardines y teatros pasando después a hipódromos o establecimientos comerciales. La lámpara de incandescencia popularizó el consumo de luz eléctrica a nivel privado y poco a poco el gas fue sustituido por electricidad, como éste había sustituido a las velas y como más tarde sería sustituido el vapor como fuerza motriz por la electricidad.

De todas maneras los primeros pasos de la iluminación no fueron un camino de rosas, al igual que en la construcción de máquinas surgían unos tras otros y cuando se anunciaba un nuevo alumbrado público, con motivo de alguna celebración, el desasosiego se apoderaba de los responsables al no saber por qué, cómo y cuándo fallaría.

Los defectos se fueron eliminando, los problemas solventando y las aristas puliendo. Pero un problema comenzó a vislumbrarse: la demanda aumentaba, pero los conductores aguantaban cantidades muy reducidas de corriente, y el transporte era imprescindible para distribuir la corriente desde grandes centrales, que abarataban los costes de producción, a los más pequeños y lejanos consumidores.

Este tipo de corriente (continua) empezaba a tener un techo insalvable: la distribución.

En 1882 Edison instala tres generadores tipo Jumbo en New York, de 125 C.V. cada uno, que producían corriente para 5.000 bombillas en 225 casas. La electricidad era objeto de consumo por lo que se comenzó a ofrecer dejándola a la entrada de las viviendas.

EL DEVANADO DE TAMBOR

En el año 1872 se construyó un inducido que vuelve a dar un nuevo empuje al desarrollo de la máquina eléctrica.

Es por esta época cuando la fábrica de Siemens, que a la sazón se conocía comercialmente como Siemens & Halske, tenía como constructor jefe al ingeniero Friedrich von Hefner - Alteneck. Es por esta razón por la que este ingeniero se ocupó intensamente en el estudio y proyecto de un modelo que mantuviese a salvo las ventajas del inducido de doble T (propio de la casa Siemens) frente al arrollamiento anular (característico de Gramme). Este arrollamiento en anillo adolecía de un defecto: las partes de las espiras colocadas en el interior del anillo constituían un inconveniente, resultaban ineficaces, y para lo único que servían era para aumentar la resistencia del bobinado.

F. von Hefner - Alteneck volvió a utilizar el cilindro macizo de doble T, suprimió las dos ranuras profundas donde se alojaban las espiras y situó éstas en la superficie del cilindro, paralelas al eje, cruzándose luego en las bases todas las bobinas (fig. 1).

En uno de los extremos se colocaba el anillo segmentado, colector múltiple y, los dos extremos de cada bobina se unían a dos de los elementos del colector, diametralmente opuestos.

Fig.1. Bobina de tambor. Este dibujo representa una bobina rudimentaria, con tan sólo cuatro elementos. El colector y las escobillas son semejantes a las de la máquina Gramme.

 Esto era, y es, el conocido como "arrollamiento de tambor" que se abrió paso rápidamente en los años siguientes.

Con anterioridad ya se comentó el enorme calentamiento del hierro del inducido y el consiguiente consumo de energía asociada. Esto sigue siendo el gran inconveniente de las máquinas dinamoeléctricas. Poco a poco los investigadores observaban que este problema era debido a las ya conocidas como "corrientes de Foucault", por haber sido este físico francés el descubridor, corrientes parásitas producidas en el hierro del inducido en movimiento.

El constructor jefe de la empresa Siemens & Halske, propugnó una solución drástica: hizo girar sólo el devanado con el colector, entre los polos inductores y el núcleo del inducido, fijo.

Desde el punto de vista constructivo y de funcionamiento, esta solución era muy delicada pues había de girar un cilindro hueco de alambre, a gran velocidad, en un mínimo espacio o entrehierro. Aunque el sistema no prosperó comercialmente, las pruebas demostraron que ese calentamiento era debido a las corrientes parásitas. Con ese montaje, los generadores proporcionaban la misma potencia consumiendo mucho menos energía, pero además la máquina se mantenía a unas temperaturas bajas.

Las dificultades, no superables, de un inducido hueco hizo volver al sistema de hacer girar el conjunto del hierro y bobinas del inducido.

La forma de resolver el problema del calentamiento fue dividiendo el hierro, perpendicularmente al eje del generador y en consecuencia transversalmente a la dirección de las corrientes parásitas interceptando sus trayectorias. De esta forma se arrolló un alambre fino, formando el núcleo de hierro del tambor, sobre el cual se hallaban las bobinas entre sí, por una capa de esmalte.

De esta manera se limitaban las corrientes parásitas a valores considerados despreciables, pero tenía como contrapartida una construcción mecánicamente poco sólida, en la cual tenían importancia básica materiales tan poco electrotécnicos como madera, cola y bramante.

Un importante paso en la construcción de máquinas eléctricas se dio al sustituirse este inducido, con soporte de madera, por lo que hoy se conoce como "paquete de chapas". Según se tratase de un inducido de anillo o de tambor, se colocaban unas sobre otras, láminas finas en forma de anillo o circulares, separadas entre sí por un papel que aislaba una chapa de otra. El conjunto se transformaba en una pieza sólida mediante unos anillos de sujeción. Sobre este cuerpo, así construido, se montaba el bobinado inducido y el conjunto sobre un eje mecánico.

Por el plano de las chapas, sin inconveniente ninguno, podían penetrar las líneas magnéticas del campo, mientras que perpendicularmente al mismo se dificultaba el paso de las corrientes parásitas.

Había surgido la chapa magnética de una importancia capital en la construcción de máquinas eléctricas, así como para la industria siderúrgica.

La manera de arrollar las bobinas, así como la forma de aislar los conductores, tomó el nombre de "bobina Siemens". Al igual que en la máquina Gramme los colectores recogían las corrientes inducidas en las bobinas y llevadas en su totalidad a dos conductores.

Surgieron dos tipos de máquinas de las factorías Siemens de Berlín, las del tipo horizontal y las del tipo vertical. En la fig. 2 se indican los elementos que constituyen esta máquina de Siemens. AA' son los electroimanes creadores del campo magnético, con la armadura E que envuelve a las bobinas de inducción que giran alrededor de su eje, por medio de una correa que actúa sobre la polea P, arrastrada por una máquina de vapor.

El hilo que se arrolla alrededor de BB' es único, solamente que dividido en varias secciones, reunidos sus extremos y soldados a una pieza metálica CC' formando el conjunto, de estas piezas, el colector al igual que en la máquina de Gramme. El colector está compuesto de un cierto número de placas de cobre, situadas alrededor de un eje común y separadas unas de otras por placas aislantes de cartón de amianto.

Fig. 2. Corte de una máquina Siemens, tipo horizontal.

El colector recoge las corrientes desarrolladas en las bobinas y estas corrientes son llevadas a un conductor general que da salida a la corriente producida en la máquina.

Este tipo de máquinas fueron fabricadas en serie a partir de 1877. Las máquinas dinamoeléctricas de Siemens se emplearon en Alemania como generadores para alimentar las lámparas de arco, inventadas por el mismo Werner von Siemens, conocidas como "lámparas diferenciales". Estas lámparas compitieron con las utilizadas desde hacía tiempo en toda Europa y denominadas "Bujías Jablochkoff".

No sólo Alemania aceptó estas lámparas, también ciertas ciudades de Inglaterra y hasta en la misma Francia (donde la competencia estaba muy implantada). Así el Eden Théátre en la calle Boudreau de París, construido en 1882, iluminaba parte de su sala y su fachada con lámparas Siemens.

No fue sólo Siemens el que partiendo de la dinamo Gramme, la mejoraron y aportaron nuevas disposiciones, sino que otros como Lontin en Francia o Brush en EE.UU., variaron la máquina dinamoeléctrica del inventor del devanado anular.

 LA MAQUINA DE EDISON

Hasta el momento sólo se han citado inventores y países europeos en el desarrollo de los generadores eléctricos, pero al otro lado del Atlántico también se trabajaba sobre el tema, intercambiando información y experiencias a través del océano.

En América, el desarrollo de la industria eléctrica estaba protagonizado por Thomas Alva Edison, conocido en general por el invento de la lámpara de incandescencia. Sin embargo, también contribuyó al desarrollo del generador eléctrico.

La máquina de Edison era una combinación de las máquinas de Gramme y de Siemens, pero a gran escala. De alguna forma fue ésta la tendencia de la técnica estadounidense entre los últimos años del XIX y bastantes del XX, construir más grande o más alto que los demás. Como ejemplo sus gigantescos rascacielos.

Fig. 3. Máquina generadora de Edison, tipo ordinario.

La electricidad como fuente de energía seguía siendo en EE.UU. como en Europa un proceso de tipo particular, es decir, producir y consumir en el mismo lugar. La corriente continua no era adecuada para ser transportada a una cierta distancia.

Para las instalaciones privadas, talleres y casa, Edison proporcionaba a los particulares unos generadores de dimensiones ordinarias. En la fig. 3, se presenta la máquina de Edison más comercializada y más conocida. Esta máquina precisaba 1 C.V. de potencia por cada 8 lámparas que alimentaba. Esta máquina era similar, en los principios esenciales, de las máquinas dinamoeléctricas. Esta se reducía a una bobina Siemens identificada por B que gira gracias a una correa accionada por una máquina de vapor, que actúa sobre la polea C. Esta bobina de inducción gira entre los polos de dos grandes electroimanes EE', verticales. El colector D, al igual que en las máquinas Gramme y Siemens, recoge la corriente inducida y la saca al exterior a través de los conductores p y p'.

El campo magnético era creado por unas corrientes de excitación que circulan por los hilos que rodean a las columnas EE'. Esta corriente es una pequeña parte de la energía o principal. (Generador de corriente continua de excitación derivación).

Un elemento característico de la dinamo Edison era el "regulador", mecanismo capaz de activar o moderar la corriente suministrada a las lámparas.

La lámpara situada en la parte superior de la máquina, conectada al regulador, da al operario de la dinamo, por su brillo, el grado de luminosidad que está proporcionando a las lámparas, que no las puede ver por estar fuera del recinto donde se encuentra el generador.

Tal vez la importancia de Edison, en el campo que aquí se trata, sea la de fabricar grandes máquinas generadoras que de una sola vez son capaces de transformar 120 caballos de vapor de potencia mecánica en eléctrica, pues en las máquinas más pequeñas no aportó nada que no se conociera en Europa.

Estas grandes máquinas eran movidas por varios motores de vapor y permitían abaratar costes de producción de energía, con vistas al alumbrado, estando situados en una central productora central.

Estas dinamos "faraónicas" no tenían un interés práctico, aparte de comprobar que la producción de energía podía crecer considerablemente, porque la transmisión en corriente continua y baja tensión presenta unas pérdidas excesivas.

Edison construyó un verdadero "monstruo", para aquellos años, 1881, una dinamo bautizada como Jumbo (fig. 4) capaz de alimentar ¡1.200 lámparas de incandescencia! (La lámpara de incandescencia se había inventado dos años antes). Un año más tarde la estación generadora de Pearl Street (New York) con seis Jumbo, alimentaba toda una manzana por medio de cables subterráneos.

Fig. 4: Dínamo Edison movida por vapor, de 27 Tm. de peso que alimentaba 1200 lámparas de 110 voltios llamada "Jumbo". Fue la primera planta de energía central en los Estados Unidos. Estaba ubicada en 255-257 de Pearl Street en Manhattan.

Las máquinas generadoras del último cuarto de siglo transformaban ya entre el 80% y el 90% del trabajo mecánico desarrollado sobre el árbol de arrastre. Era ya un rendimiento muy superior a cualquier rueda, bomba, turbina o aparato hidráulico que transformaba la energía de un salto de agua en mecánica. 




domingo, 25 de diciembre de 2022

GILBERT, William

 

GILBERT, William

• 24 de mayo de 1544, Colchester, Essex (Inglaterra).

† 10 de diciembre de 1603, Londres (Inglaterra).

Físico y Médico británico que publicó, en 1600, la excelente obra De magnete… en la que resumía los conocimientos existentes hasta entonces sobre los fenómenos magnéticos. A él se debe el considerar la Tierra como un inmenso imán.

Gilbert fue Médico de profesión, que obtuvo su título en Cambridge y viajó luego por Europa. Le hicieron presidente del Colegio de médicos ingleses y en 1601 le nombraron médico de la corte de la reina Isabel I y del rey Jacobo I, de los cuales recibió una pensión anual para sus investigaciones científicas. Su obra maestra, publicada en 1600, fue De magnete magneticisque corporibus, en la que resumía todos los conocimientos que en esa época se conocían sobre el magnetismo terrestre. Fue un pionero de la experimentación y rechazó muchas supersticiones con pruebas definitivas; probó, por ejemplo, que el ajo no destruía el magnetismo, como se creía, untando simplemente el imán con ajo y demostrando que no perdía sus propiedades magnéticas. Gilbert demostró cómo la aguja imantada no sólo servía para indicar la dirección norte-sur, sino que, además, si se suspendía de manera que tuviera libertad para colocarse en sentido vertical, apuntaba siempre hacia la Tierra (inclinación magnética). Una aguja de brújula también muestra desviación en las cercanías de una esfera magnética, apuntando perpendicularmente a los focos magnéticos de la esfera.

La gran contribución de Gilbert consistió en considerar la Tierra como un inmenso imán esférico, por lo que las agujas imantadas apuntaban hacia los polos magnéticos terrestres y no hacia el espacio, como pensaba Peter Peregrinus.

También elaboró teorías sobre la estructura del universo que fueron avanzadas y atrevidas para aquella época. Fue el primer inglés que aceptó las ideas de Copérnico.


DAVY, Sir Humphry

 

DAVY, Sir Humphry

• 17 de diciembre de 1778, Penzance, Cornwall (Inglaterra).

† 29 de mayo de 1829, Ginebra (Suiza). 

Químico británico que descubrió los metales alcalino-térreos, inventó también una lámpara antigrisú para los mineros y el alumbrado eléctrico por arco.

Cursó sus primeros estudios en Pendance y fue aprendiz de farmacéutico en esta misma villa. Debido a su extraordinario talento fue recomendado a un médico que acababa de abrir una institución para estudiar las propiedades terapéuticas de los gases. Con veinte años Davy era ya Director del centro, con la gran ventaja de disponer de excelentes equipos de investigación y estar relacionado con hombres de ciencia. Su primer descubrimiento fue la existencia de sílice en la epidermis de las cañas (1799); descubrió más tarde el efecto tóxico del óxido nitroso. En 1801, Rumford, que había fundado la Royal Institution, nombró a Davy profesor ayudante de química de este centro, ocupando al año siguiente la cátedra en propiedad.

Davy fue desde aquel momento el hombre de moda, era un extraordinario conferenciante y un orador nato. De presencia agraciada, era imprescindible en todos los salones de la alta sociedad. Sus principales descubrimientos proceden de la Electroquímica; utilizando las recién inventadas pilas voltaicas, descubrió el sodio y el potasio, más tarde aisló el bario, el estroncio, el calcio y el magnesio. Entre 1813 y 1815 viajó por Francia e Inglaterra llevando como secretario a Faraday, que con el tiempo se haría más famoso que su maestro.

En 1815 inventó una lámpara de seguridad para los mineros (lámpara de Davy), que se utilizó ampliamente en las minas de carbón antes del desarrollo de la luz eléctrica (lámpara incandescente); uno de los grandes peligros en esas minas eran las explosiones del gas grisú (una mezcla de metano y aire). Davy diseñó una lámpara cuya llama se encontraba separada del aire por una tela metálica que impedía el paso del calor, por lo que el grisú arde, sin causar daño, únicamente dentro de la lámpara; para asegurar que todo el mundo pudiera utilizarla, no la patentó, renunciando a reservarse su comercialización. Davy descubrió también la lámpara de arco voltaico.

Recibió la medalla Copley en 1805. Premio Napoleón del Instituto de Francia (1907). Secretario de la Royal Society en 1807, llegando a presidir esta sociedad en 1820.

 


DANIELL, John Frederic

 

DANIELL, John Frederic

• 12 de marzo de 1790, Londres (Inglaterra).

† 13 de marzo de 1845, Londres (Inglaterra).

 

Químico británico que construyó una pila eléctrica que evitaba la polarización de los electrodos y que además se utilizó durante muchos años como pila patrón por la estabilidad de su fuerza electromotriz.

Daniell dio señales de ser una promesa para la ciencia desde muy joven, siendo elegido miembro de la Royal Society cuando solamente tenía veintitrés años. Escribió en 1823 unos Meteorological Essays, libro notable en el que su autor, antes que ningún otro hombre de ciencia, trató de explicar los fenómenos de la meteorología por las leyes que determinan la temperatura y la composición de los gases y vapores.

En 1831 le nombraron primer catedrático de Química en el King’s College de Londres. Daniell es conocido fundamentalmente por sus trabajos en electroquímica, despertándose su interés en este campo por la obra de su buen amigo Michael Faraday. La batería de Volta de electrodos de cobre y zinc tenía el defecto de que la corriente disminuía de intensidad rápidamente.

Se comprobó que esto debía a la acumulación de burbujas de hidrógeno sobre la superficie de las placas de cobre, que introducía una película interior de alta resistencia, provocando además una fuerza contraelectromotriz importante. Para reducir esta polarización Daniell encontró una solución de sulfato de cobre que en contacto con la placa de cobre era separada del ácido sulfúrico, de este modo se conseguía una fuerza electromotriz razonablemente constante de 1,1 V. Inventó de este modo la primera pila de tensión constante, la más perfecta desde el punto de vista teórico. También se debe a Daniell el invento del higrómetro de condensación, perfeccionado más tarde por el francés Regnault y que fue el primero fundado en bases verdaderamente científicas.

 


domingo, 4 de diciembre de 2022

WHEATSTONE, Sir Charles


WHEATSTONE, Sir Charles

• 6 de febrero de 1802, Glocester (Inglaterra).

† 19 de octubre de 1875, París (Francia).

 

Físico británico que inventó, con W. Cooke, un primitivo telégrafo. Catedrático de Ingeniería Eléctrica en el King´s College de Londres. Hizo contribuciones en máquinas eléctricas y en acústica. Su nombre es conocido por el desarrollo de un equipo de medida de resistencias de precisión que lleva su nombre (aunque realmente se debe a S. H. Christie).

Era hijo de un vendedor de instrumentos musicales. Le educaron en una escuela privada, pero no tuvo una formación universitaria oficial. En sus primeros años se dedicó a la acústica, fabricando diversos instrumentos musicales; por ejemplo, en 1821 había demostrado el funcionamiento de una lira encantada, que era una aplicación curiosa de la transmisión del sonido por medio de barras metálicas. Describió de este instrumento en 1831 ante la Royal Institution de Londres, comprobando que la velocidad de propagación del sonido en una barra sólida era 16 veces superior a la de propagación en el aire. En 1833 se interesó por la electricidad y publicó en la Royal Society un artículo sobre la velocidad de la electricidad, basado en un equipo diseñado por él mismo, que consistía en un circuito abierto por tres puntos distintos en los que se producían descargas o chispas y se registraban éstas mediante un espejo giratorio que permitía de un modo curioso calcular la velocidad de propagación de la chispa, y que llegó a determinar con un error inferior al 3 %. Este trabajo le acreditó ante la comunidad científica, por lo que le contrataron, en 1834, como Catedrático de Física en el King’s College de Londres, puesto en el que permanecería el resto de su vida. Más tarde, con William Fothergill Cooke, inventó el telégrafo en 1837 (Weber y Gauss habían fabricado otro en Gotinga en 1834, y el de Morse es de 1840). Realmente, el telégrafo diseñado era muy primitivo y disponía de cinco hilos y cinco agujas magnéticas, de tal modo que, al desviarse éstas por acción de las corrientes, se obtenían diversas letras del alfabeto.

En 1841 también construyó un generador eléctrico e hizo aportaciones al diseño práctico de devanados. Sin embargo, su nombre es más conocido en relación con el denominado puente de Wheatstone, un equipo para medir la resistencia de un circuito mediante un equilibrado de corrientes; curiosamente, este puente de medida que lleva su nombre no fue inventado por él y se debe, en realidad, al también inglés Samuel Hunter Christie, que lo inventó en 1833.

 

 

 


THOMSON, William (lord Kelvin)

 

THOMSON, William (lord Kelvin)

• 26 de junio de 1824, Belfast (Irlanda).

† 17 de diciembre de 1907, Netherhall (Escocia).

 

Matemático y físico escocés. Catedrático de Física de la Universidad de Glasgow durante cincuenta años. Es el más importante científico de la época victoriana. Hizo grandes aportaciones a la Metrología Eléctrica, Telegrafía Submarina y a la Termodinámica, proponiendo una escala absoluta de medida de las temperaturas.

Su padre era un eminente matemático que ganó la cátedra de esta asignatura en la Universidad de Glasgow cuando William tenía siete años, y desde entonces vivió en esta ciudad. Fue un niño prodigio en Matemáticas. Ingresó en la Universidad de Glasgow a los doce años. A los dieciséis años se fue a estudiar a Cambridge y se graduó en 1845 con el número dos en Matemáticas. Al acabar su carrera perfeccionó estudios en París con Regnault, científico que calculó que el cero absoluto estaba a -273º C. En 1846, cuando contaba solamente veintidós años, se encargó de la cátedra de Filosofía Natural de la Universidad de Glasgow, que había de desempeñar por espacio de cincuenta y tres años. Sus trabajos ejercieron una gran influencia en el progreso de la Física en la segunda mitad del siglo XIX, de ahí que Glasgow fuera, durante más de medio siglo, uno de los principales centros intelectuales de Inglaterra.

La mayor parte de sus investigaciones se realizaron en el campo de la Termodinámica y la Electricidad. Propuso la creación de la escala absoluta de temperaturas, dio una de las mejores fórmulas para el cálculo de los efectos térmicos debidos a la compresión la expansión en gases. Inventó gran número de aparatos de laboratorio para la medida de magnitudes eléctricas, sus investigaciones culminaron con la invención del galvanómetro que lleva su nombre.

Sus estudios fueron de una gran ayuda para la colocación del primer cable transatlántico para telegrafía (1866). Introdujo el teléfono de Bell en Gran Bretaña. En 1866, en recompensa por sus trabajos relacionados con la telegrafía submarina, se le concedió el título de Sir, en 1892 el de Barón: lord Kelvin de Largs, y en 1896, con motivo de sus bodas de oro como catedrático, la gran cruz de la Orden de la Reina Victoria. Tres años más tarde renunció a la cátedra, pero siguió asistiendo a las clases como simple estudiante, en 1904 fue elegido Rector de la Universidad. Murió en 1907 y le enterraron en la abadía de Westminster, al lado de Newton. A su fallecimiento, dejó una herencia de 162.000 libras esterlinas, lo que representaba una gran fortuna para esa época.

 

 

 

 

 

 

 

 

 


CAVENDISH, Henry

 

CAVENDISH, Henry

• 10 de octubre de 1731, Niza (Francia).

† 24 de febrero de 1810, Londres (Inglaterra).

 

Físico y Químico británico. De familia noble. Hábil experimentador, determinó la constante gravitatoria que se incluía en las fórmulas de Newton. Descubrió diversas leyes eléctricas, como la ley de Coulomb antes que éste, pero no publicó sus trabajos.

Nació en Niza mientras su madre pasaba unas vacaciones aprovechando el excelente clima de la costa francesa. Estudió en la Universidad de Cambridge, pero no se graduó. Heredero de una gran fortuna, se dedicó por entero a la investigación científica.

Desgraciadamente enfermó de misantropía y no quiso publicar sus trabajos, por lo que la mayor parte de ellos no se conocieron hasta muchos años después de su muerte. En la década 1770-1780, realizó experimentos eléctricos, anticipándose a la mayor parte de los descubrimientos que se hicieron en los cincuenta años siguientes Maxwell los descubrió y publicó un siglo más tarde en 1879 con el título de Investigaciones sobre la electricidad. En ellos Henry Cavendish se anticipó a las investigaciones de Charles Coulomb, Michael Faraday y otros. Cavendish se basó en una teoría de la electricidad análoga a la expuesta por el alemán Aepino (1724-1802) en su Ensayo de una hipótesis sobre la naturaleza de la electricidad y del magnetismo. El propio Aepino (y más tarde Joseph Priestley) intuyó vagamente que las acciones mutuas de dos cargas eléctricas deberían ser inversamente proporcionales al cuadrado de sus distancias, por analogía con la ley de la gravitación de Newton. Cavendish señaló que una exacta determinación matemática de las fuerzas de atracción y repulsión debe constituir la base de toda teoría, y fue el primero que consiguió relacionar la ley de distribución de la electricidad en un conductor con la ley de las atracciones inversamente proporcionales a los cuadrados de las distancias.

En sus Investigaciones sobre la electricidad aparece también el concepto moderno de "potencial" (sólo vagamente intuido antes por Watson y por Benjamin Franklin), haciendo evidente la distinción entre "potencial" y "carga". Relacionado con este concepto, en la misma obra aparece el de "capacidad eléctrica": Cavendish establece que la capacidad de un conductor depende también de la presencia de conductores próximos y fija la unidad de medida para esta nueva magnitud. Deben mencionarse asimismo los importantes conceptos y experimentos sobre la "resistencia", experimentos que hizo adoptando como galvanómetro su propio cuerpo y midiendo la intensidad de la corriente por la intensidad de la sacudida. Anticipó también las leyes de la distribución de la corriente entre circuitos en paralelo, ley generalmente conocida con el nombre de Wheatstone (en honor a Charles Wheatstone), mientras que en otras partes de la obra expuso la ley de variación de la corriente eléctrica en circuitos derivados, mucho antes que Georg Simon Ohm.

Cavendish fue el primero que pesó un volumen particular de diferentes gases para determinar su densidad; encontró que el hidrógeno tenía una densidad 1/14 de la del aire. En algún momento de la década 1780-1790 demostró que el hidrógeno, al arder producía agua; de este modo, el agua se convertía en una combinación de dos gases.

El experimento más espectacular que realizó Cavendish fue determinar la constante gravitatoria que se incluía en la ley de gravitación de Newton; para ello suspendió de un alambre fino una varilla por su centro y en cada punta de esta varilla colocó una bolita de plomo, la varilla podía girar libremente suspendida del alambre si se aplicaba una fuerza pequeña a las bolas. Cavendish midió la amplitud de giro que se producía con los leves impulsos de las bolas. Colocó dos bolas grandes cerca de las pequeñas, una a cada lado, y la fuerza de la gravedad entre las grandes y las pequeñas hacía que el alambre se retorciera.

A partir de la magnitud de esta torsión, Cavendish calculó la fuerza de atracción entre los dos pares de bolas; como conocía la distancia entre sus centros y la masa de cada una, tenía todo lo necesario para resolver la ecuación de Newton y despejar de esta manera la constante gravitatoria.

Una vez conocida esta constante se podía llevar a la ecuación que representaba la atracción de la Tierra a cualquier objeto de masa conocida colocado en su superficie, deduciendo la masa de la Tierra, que vino a suponer 6.600 trillones de toneladas y un peso específico de 5,5.

A pesar de la importancia y de la amplitud de sus descubrimientos, la obra de Cavendish tuvo menor influencia que lo que podría creerse sobre el desenvolvimiento ulterior del pensamiento científico, a causa de que condenó durante mucho tiempo a permanecer inéditas la mayor parte de sus obras y de sus meditaciones, que a nadie confiaba. Hombre muy reservado y poco sociable, su timidez frisaba al parecer en el ridículo: ordenaba sus comidas mediante una nota que dejaba sobre la mesa y la servidumbre tenía orden taxativa de no comparecer ante su presencia. Afectado de un ligero tartamudeo, nunca se casó. En Derby, donde fue inhumado en la tumba familiar, fue erigido un monumento en su honor. El duque de Devonshire dio el nombre de Cavendish al laboratorio fundado por él en Cambridge.

 


Reglamento sobre condiciones técnicas y garantías de seguridad en líneas eléctricas de alta tensión

 

Reglamento sobre condiciones técnicas y garantías de seguridad en instalaciones eléctricas de alta tensión

 

jueves, 24 de noviembre de 2022

JACOBI, Moritz Herman Von


JACOBI, Moritz Herman Von

• 21 de septiembre de 1801, Postdam (Alemania).

† 24 de febrero de 1874, San Petersburgo (Rusia).

 

Físico alemán-ruso que descubrió, en 1838, la galvanoplastia. Inventó en 1839 un primitivo motor eléctrico a base de electroimanes. También hizo experiencias en telegrafía. Descubrió el reóstato.

Hermano del gran Matemático Carlos Gustavo Jacobi. En principio, por presiones familiares, estudió Arquitectura en Gotinga, interesándose también por los estudios de Física y Química. En 1833 trabajó como arquitecto en Könisgsberg, donde su hermano Carlos estaba como profesor de Matemáticas de la universidad. En 1835 fue contratado como profesor de Ingeniería Civil en la Universidad de Dorpat. Dos años más tarde, en 1837, se trasladó a San Petersburgo contratado por el zar de Rusia.

El trabajo más importante de Jacobi se presentó a la Academia de San Petersburgo en 1838, y dos años más tarde a la British Association, consistía en la investigación de la potencia de un electroimán en función de diversos parámetros: corriente eléctrica, diámetro del hilo, número de espiras, etc. que era de gran valor práctico para el diseño de motores y generadores y que se ampliaría con gran detalle por Henry Rowland y John Hopkinson medio siglo después. En ese mismo año descubrió la galvanoplastia, que le dio celebridad mundial.

En 1839 construyó uno de los primeros motores eléctricos prácticos a base de electroimanes, que empleó para propulsar un barco con ruedas sobre el río Neva a una velocidad de 1,5 nudos.

En 1839 fue requerido por el zar para continuar el desarrollo del primitivo telégrafo inventado por el Barón Pavel Schilling en 1837, pero que había fallecido antes de poderlo poner en práctica. Jacobi mejoró el diseño de Schilling y construyó un instrumento similar al de Morse. En 1840 construyó una línea telegráfica experimental para la residencia del zar, pudiendo comprobar entonces la inutilidad del empleo de un doble hilo, ya que podía hacerse el retorno por tierra. De todos modos, la telegrafía práctica no llegó a Rusia hasta la década de 1850, y fue introducida por la compañía alemana Siemens & Halske.

Jacobi inventó también el reóstato. Fue miembro de la Academia de Ciencias de San Petersburgo (adjunto en 1839, extraordinario en 1842 y ordinario en 1847).






 


FOUCAULT, Jean Bernard Leon


FOUCAULT, Jean Bernard Leon

• 18 de septiembre de 1819, París (Francia).

† 11 de febrero de 1868, París (Francia).


Físico francés que trabajó fundamentalmente en el campo de la óptica, demostrando que la velocidad de propagación de la luz en el agua es menor que en el aire, justificando, de este modo, la naturaleza ondulatoria de la luz. El nombre de Foucault se asocia a menudo con su célebre péndulo para demostrar la rotación de la Tierra.

Estudió medicina hasta doctorarse, pero abandonó esta carrera para dedicarse exclusivamente a las ciencias físicas y, sobre todo, a la óptica (trabajando con Armand Fizau).

En 1851 descubrió el fenómeno eléctrico denominado en su honor como corrientes de Foucault o corrientes parasitas también conocidas como "corrientes torbellino o turbillonarias", o eddy current en inglés. En los núcleos de bobinas y transformadores se generan tensiones inducidas debido a las variaciones de flujo magnético a que se someten aquellos núcleos. Estas tensiones inducidas son causa de que se produzcan corrientes parásitas en el núcleo (llamadas corrientes de Foucault), que no son óptimas para la buena eficiencia eléctrica de este.

Las corrientes de Foucault crean pérdidas de energía a través del efecto Joule. Más concretamente, dichas corrientes transforman formas útiles de energía, como la cinética, en calor no deseado, por lo que generalmente es un efecto inútil, cuando no perjudicial. A su vez disminuyen la eficiencia de muchos dispositivos que usan campos magnéticos variables, como los transformadores de núcleo de hierro y los motores eléctricos. Estas pérdidas se pueden minimizar considerablemente. En alta frecuencia: utilizando núcleos con materiales magnéticos que tengan baja conductividad eléctrica (como por ejemplo ferrita). En baja frecuencia: utilizando delgadas hojas de acero eléctrico, apiladas pero separadas entre sí mediante un barniz aislante u oxidadas tal que queden mutuamente aisladas eléctricamente.

En 1853 Foucault demostró que la velocidad de la luz era menor en el agua que en el aire, lo que constituía una gran evidencia de la teoría ondulatoria de la luz. Presentó este trabajo en su Tesis Doctoral Doctoral.

El nombre de Foucault se asocia más a menudo con una serie de experimentos espectaculares que empezaron en 1851 para estudiar el movimiento de rotación de la Tierra con ayuda de un péndulo.

Demostró también que se podía determinar la dirección del meridiano de un lugar sin observación astronómica o magnética, por medio del giróscopo que lo había inventado de forma accidental. Construyó diversos instrumentos y perfeccionó otros.

Pertenecía al Bureau des Longitudes y a la Academia de Ciencias francesa. En 1850 fue premiado con la medalla Copley, la más alta recompensa de la Royal Society de Londres.