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domingo, 16 de agosto de 2020

¿Es rentable reparar un motor averiado?

 


Cuando se encuentran ante un motor averiado, muchos usuarios optan por rebobinarlo en lugar de comprar otro nuevo, creyendo que esta es la opción más barata. Aunque esta idea es cierta si se compara sin más el coste de rebobinado y el coste de un nuevo motor, las pérdidas de rendimiento resultantes eliminan cualquier ahorro inicial.

Esto quedó demostrado claramente en el experimento realizado por Ontario Hydro. La empresa Ontario Hydro compró diez motores nuevos de 15 kW, que a continuación fueron sometidos a prueba de forma independiente. Después se hizo averiar deliberadamente los motores y se enviaron a nueve empresas de reparación diferentes. Una vez rebobinados, los motores fueron sometidos otra vez a prueba; los resultados aparecen en la Tabla 1.


Ontario Hydro llegó a la conclusión de que en muchos casos es mejor desechar los motores de rendimiento estándar averiados y sustituirlos por modelos de alto rendimiento.

En un motor rebobinado se produce pérdida de eficiencia, que tiene varias razones: el aumento de pérdidas en el núcleo por las altas temperaturas que aparecen durante la avería; los daños en los laminados del motor al desmontar el mismo; el aumento de pérdidas en el cobre por la costumbre de utilizar conductores más pequeños, lo cual incrementa las pérdidas I2R; finalmente, el montaje de ventiladores de refrigeración universales, probablemente no diseñados para el motor en cuestión, incrementa las pérdidas por rozamiento con el aire.

Esta pérdida de eficiencia y el consiguiente aumento de los costes de explotación hace que rebobinar los motores no sea una opción tan atractiva como parece a primera vista, tal como puede verse en la Tabla 2.




En la tabla puede verse que la compra de un motor nuevo de ABB da lugar a un ahorro de 690 dólares ya durante el primer año.

La decisión de sustituir o rebobinar un motor puede tomarse mucho antes de que se produzca una avería; el personal responsable ha de disponer de unas directivas claras.

Alto rendimiento también significa mayor fiabilidad, paradas más cortas y menos mantenimiento. La reducción de pérdidas tiene diversas consecuencias:

  • más tolerancia a las tensiones térmicas causadas por las paradas o arranques frecuentes del motor,
  • más capacidad para superar las condiciones de sobrecarga,
  • más resistencia a las condiciones de funcionamiento anormales (subtensión y sobretensión o desequilibrio de fases),
  •  más tolerancia a las ondas de tensión e intensidad.

Una política bien definida de gestión de motores ayuda a comparar los costes de inversión, los costes de mantenimiento y los beneficios, mostrando la interrelación entre estos factores cuando se comparan motores de distintos tipos.

Al renovar su parque de motores con unidades de alto rendimiento en el momento económicamente más ventajoso, el usuario se beneficia de esta política gracias a la reducción de los costes de energía. La planificación de futuro implicada por este procedimiento determina la reducción de los tiempos de parada y de los trabajos de inventario, ya que se puede prever un contrato de seguimiento y entrega rápida.



FUENTE:

 

Revista ABB 1/2000: Motores más eficientes para un medio ambiente mejor (Ian Rennie)  

 

 

 

 











































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