En
contra de fuentes mal informadas y publicaciones técnicas poco rigurosas se
debe indicar de cara a la verdad que el transformador no puede ser origen de
radiaciones de campos magnéticos perturbadores en su entorno, así lo certifican
análisis precisos realizados en importantes laboratorios y las normas UNE EN
60076-1/A1 (2001) y la EN 60076-11 (2004) en su apartado 4,3, donde se indica
lo siguiente, precisamente para acallar estas voces gratuitas e injustificadas:
“Los transformadores deben ser considerados como elementos pasivos en lo que
respecta a la emisión e inmunidad frente a perturbaciones electromagnéticas e
inmunes a tales perturbaciones”
Es cierto, y la experiencia lo demuestra que en los casos en que un
transformador trabaja en un entorno eléctrico perturbado o en condiciones de
tensión, carga o frecuencia fuera de sus parámetros nominales, el transformador
puede llegar a alterar su comportamiento electromagnético, pero ni siquiera en
estos u otros casos semejantes pueden imputarse al transformador las
perturbaciones que por mala utilización pudiera generar.
Como ejemplo a lo anteriormente citado, se muestran a continuación los
resultados de los ensayos del comportamiento electromagnético de un transformador
seco de 1250 kVA, 20/0,42 kV. realizado en un Laboratorio certificado:
Campo magnético a 1 metro de distancia = 14 microTeslas
Campo magnético a 2 metros de distancia = 4,25 microTeslas
Campo eléctrico = 2 kV/m.
Para poder comparar estos resultados diremos que el campo magnético terrestre
(inducción magnética permanente) es de 40 microTeslas y que un secador de pelo
a 4 cm de nuestra cabeza se sitúa en los 5 microTeslas.
Por otro lado, el campo eléctrico creado por una tormenta alcanza los 20 kV/m.
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